Deslizó su traviesa lengua por el vientre de Jimin y se detuvo brevemente en el ombligo, antes de deslizarla su miembro.
Jimin gritó y se estremeció ante un deseo tan voraz, tan intenso.
Yoongi posó los dedos en el miembro de Jimin mientras su portentosa lengua se colaba en su resbaladiza entrada y lo penetraba cada vez más profundo.
Entonces Jimin empezó a emitir sonidos incomprensibles, breves gimoteos. Arqueó la espalda revolviéndose contra las ataduras, mientras la obstinada boca de Yoongi trazaba círculos sobre su sexo desesperado.
Por fin, se dirigió a su miembro y lo cogió con cuidado entre los dientes.
Un anhelo abrasador golpeó como un relámpago el cuerpo de Jimin, que continuó en llamas mientras Yoongi se colocaba para que su insaciable lengua alcanzara con comodidad el trozo de carne desnudo y lo latigueara a sus anchas.
—Dios mío.
La voz sensual de Jimin le imploraba que lo llevara hasta el clímax. Un hormigueo recorría cada una de sus terminaciones nerviosas y su sexo se contraía desesperado a medida que el deseo seguía aumentando hasta alcanzar niveles insoportables.
Yoongi metió las grandes manos bajo su cuerpo y lo empujó del trasero para regresar a su necesitada entrada y devorarle hasta el último recoveco de esta.
Jimin sintió que su entrada le latía cada vez con mayor intensidad hasta que el clímax le arrasó el cuerpo entero y le provocó espasmos y temblores hasta en el último centímetro de su piel. Una y otra vez.
—¡Sí! ¡Oh, sí!
Dejó caer la cabeza hacia atrás y gimió con desenfreno mientras su cuerpo entero ardía en llamas.
Yoongi lamía los jugos que segregaba Jimin gozando y gimiendo con cada gota.
Jimin se estremeció al sentir que la exquisita piel de Yoongi, desnuda y ardiente, se rozaba contra la suya y se deslizaba sobre su cuerpo hasta llegar a su boca.
Cuando lo besó, Jimin saboreó su propia esencia y gimió.
Madre de Dios, jamás había tenido un orgasmo tan intenso, tan penetrante.
Le devolvió el beso a Yoongi de la forma más apasionada que supo, tratando de mostrarle lo que significaba para él lo que acababa de ocurrir, lo que acababa de experimentar.
—Ha sido increíble —jadeó Jimin tras alejar la boca de la de él.
Se retorció de placer al sentir la polla empalmada contra el muslo. Estaba más que preparado para que lo penetrara; sabía que sería capaz de llenarlo por completo.
Jimin arqueó el cuerpo como un animal salvaje rogándole que se lanzara a por él sin delicadeza.
—Sabes a vino de gran reserva, Jimin. Podía haberme quedado ahí el día entero —musitó con un anhelo desenfrenado—. Eres tan atractivo. Tan tan atractivo.
—Y tú también, pero fóllame de una vez, por favor —gimió mientras su cuerpo se retorcía de deseo.
—Dime que me deseas, que me necesitas —exigió con un tono árido y seco.
Jimin notaba la punta del miembro chocar contra su entrepierna.
—Ay, mierda. ¡El condón! —gruñó afligido.
Jimin levantó las caderas. Necesitaba tanto que lo penetrara que estaba a punto de ponerse a gritar como un loco.
—Tomo la píldora. No hay problema. Estoy limpio.
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Mío Esta Noche || Yoonmin
RomanceEl estudiante de enfermería y camarero Park Jimin no pasa por su mejor momento. Su ya desesperada situación económica acaba de sufrir un golpe que puede dejarlo a un paso de vivir en la calle. Cuando necesita poco menos que un milagro que lo salve...