✿𝔼𝕟 𝟚𝟘 𝔻𝕚𝕒𝕤✿ .Baji Keisuke. :)

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Sábado 27 de Julio.

Era sábado, por lo tanto no habían clases. Chieko ya había terminado de almorzar y lavar los platos.

Escuchaba música desde el televisor mientras bailaba y limpiaba. Se divertía mucho.

Por otro lado Baji se estaba arreglando para ir a visitar a su amiga sin previo aviso. Todo este tiempo estuvieron junto a Chifuyu, porque él lo ayudaba. Ya era momento de avanzar solo, obviamente no rompería el lazo de amistad entre tres. Pero tenía que cumplir aquel reto.

Se miró en el espejo admirandose. Vestía con una remera lisa blanca de mangas cortas, unos pantalones negros y una chaqueta de jean también negra. El cabello lo tenía suelto.

—Pero que bien me veo — pensó.

Salió de su departamento para dirigirse a la casa de enfrente, donde vivia Chieko. Estaba por tocar la puerta pero escucho música y una voz conocida cantando. Con curiosidad se asomó por la ventana que estaba a la izquierda de la puerta.

Y allí estaba...

La chica bailaba con una escoba y cantaba, tenía puesto una remera grande de color naranja junto a un short negro deportivo y pantuflas. Tenia el pelo recogido como un moño desordenado y traía lentes.

—¿Desde cuándo usa lentes? — se pregunto en voz baja.

Estaba admirando como bailaba y cantaba, no lo hacía nada mal.

Chieko miró de reojo la ventana, sentía a alguien mirándola. Se le cayó la escoba al ver quien la miraba, sentía su cara arder, ella estaba segura de que estaba completamente roja.

Rápidamente pauso la música. Mientras, Baji al darse cuenta de que lo vio se puso al frente de la puerta esperando a que que abrieran, estaba nervioso, sentía que ella iba a pensar que la estaba acosando.

—Mierda, tendría que haber avisado que venía, para algo tengo su número — recordó.

La puerta se abrió, la fémina seguía roja pero sin los lentes.

—¿Q-Que haces aquí? — preguntó nerviosa.

—Este... — hizo una pausa. —¿Salgamos a algún lado? — dijo finalmente con una sonrisa nerviosa.

—Tendrias que haberme avisado antes, mira mi apariencia, parezco una muñeca abandonada.

—Me gusta verte así.

—Callate y pasa — Dijo sonriendo aún sonrojada.

—Permiso.

Ambos pasaron a la casa de la chica.

—Puedes tomar asiento — dijo apuntando el sillón. —¿A donde quieres ir?

—Cualquier lugar contigo estaría bien  — contestó con una sonrisa.

—¿Qué dices? — Chieko volteó a mirarlo con los ojos entrecerrados.

—Cualquier lugar contigo esta bien — repitió.

—Bien, vayamos a una cafetería.

—Perfecto.

Chieko se fue hacia los pasillos y Baji sacó su celular para matar el tiempo.

En unos 20 minutos la chica salió por la puerta donde se había ido. Tenía puesto unos jeans negros con una remera roja que le llegaba a la cintura y una campera de tela negra.

—¿Vamos? — preguntó la de ojos miel.

—Claro — cuando salieron afuera se dio cuenta de que su hermano menor no estaba. —¿Y tu hermano?