1era parte
"Recién graduada"
꧁ V e n u s꧂
Son las cuatro de la mañana, mi graduación es a las diez de la mañana y mi baile es a las siete de la tarde.
Tengo todo jodidamente planeado, desde mis citas hasta el momento en el que me pondré mi vestido y toga. Tengo que despertar a Aken para que me ayude.
Estoy segura que a él no le encanta la idea de despertarse a esta hora pero se lo compensaré.
Dormimos en la misma cama por lo que estamos en la conocida posición de "cucharita" y este hombre se aferra a mí. Me giro en su dirección para quedar frente a frente y empezar a acariciar su rostro delicadamente.
Me acerco hacia él para besar sus labios delicadamente, y otra vez, y otra vez... frunce el ceño. Empieza a bajar sus manos desde mi cintura hasta mi culo el cual empieza a acariciar.
—Papi... —susurro. Si lo voy a despertar en la madrugada por lo menos que valga la pena.
—¿Mh? —no está consciente pero por lo menos demuestra señales de vida. Decido subirme sobre él a horcajadas y siento lo que parece ser su erección. Probablemente sea por el hecho de que está dormido.
Empiezo a besar su cuello lentamente para así sentir como sujeta mi culo con firmeza.
—¿Por qué tan cariñosa? —habla en un susurro adormilado —¿qué fue lo que hiciste?
—No por que despierte con ganas de soportar esto significa que hice o quiera algo. Pero en este caso quiero algo, necesito que me lleves a prepararme para mi graduación, ¿si? —continuó besando su cuello con tal de convencerlo.
—Mmm... esto no es válido, estás usando tus encantos en contra mía.
—¿Ah sí? ¿Enserio? No lo sabía —que se note el sarcasmo.
—Ahora lo sabes —con su mano agarra mi barbilla para dirigir mis labios hacia los suyos y así continuar con un beso tierno.
—¿Me llevarás? —digo entre besos.
—Bien... —toma asiento en la cama conmigo aún encima suyo para así conseguir impulso y levantarnos a ambos. Nos dirigimos hacia la ducha.
—¿Quieres que te ayude con tu pequeño problema? —digo con una sonrisa pícara y haciendo presión sobre su erección.
—Vamos, hasta tu sabes que este no es un pequeño problema, es un gran problema —dice remarcando la palabra "gran".
—No alimentaré tu ego, pero aún así te ayudaré porque tu me estarás ayudando durante todo el día.
—¿Todo el día? —se le ve sorprendido.
—Todo. El. Día.
Sin más que decir me baja de él para empezar a desvestirnos y entrar a la ducha.
Mientras él se entretiene con mis pechos yo acaricio su abdomen para bajar hacia su pene y sujetarlo con movimientos de arriba hacia abajo, lentamente.
[...]
—¡Vamos que se nos hará tarde! —gritó desde la puerta. Todo está minuciosamente organizado. No puedo retrasarme ni un minuto.
—Nena, cálmate no pasará nada si llegas un poco tarde —maldito, le di todo un sermón sobre la importancia de mi puntualidad y parece solo escucho pura mierda.
—Si, pasará mucho si llegó tan solo unos segundos tarde. Así que vámonos ya —lo cojo de la mano para así guiarlo hacia la camioneta y subirnos de una vez por todas.
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Mi Inocencia | A.
Novela Juvenil- ¿Nos ves teniendo un futuro juntos?- preguntó ella con angustia. - Solo el diablo lo sabrá- finalmente responde. Una relación entre una niña de 14 años y un hombre de 26 años de edad. Para muchos, es un capricho, para otros es una aberración, algo...