Remember Me | JEONGMI

Dormida

Los pasos de Jeongyeon eran cada vez más rápidos, casi se llevaba a todos los que se encontraban en su camino por delante.

Pero lo único que le importaba era ver a su esposa lo más pronto posible, ni siquiera le dio tiempo de avisar a alguien sobre la llamada que recibió y en aquel momento no tenía idea de si alguien más se había enterado.

A lo mejor era lo más conveniente pues conociendo a Mina, esta no habría querido que nadie se preocupara, pues de seguro no era algo grave, no podía sucederle nada malo a su amada esposa ¿Verdad?

Su respiración se detuvo en el momento que vio a Sunghoon al llegar a la recepción vestido con su traje de quirófano dando órdenes sobre una operación urgente, y no pudo evitar llamarlo. —¡Sunghoon!— Gritó acercándose a él, sorprendiendo al menor que amplió sus párpados al verla en aquel estado de angustia y desespero.

—Noona...— Lo escuchó murmurar mirándola con los ojos cristalizados, aunque se mantuvo serio.

—¿Donde está ella, Sunghoon?— Le preguntó sin rodeos mostrándose igual de seria que él, después de todo, aquella imagen inmutable era una de las cualidades que compartían. —¡¿Donde está Mina?!

—Ella está bien Noona sólo...— El pelinegro se quitó su gorro y suspiró dejándole todo listo con la enfermera a su lado. —Ven conmigo.

Jeongyeon estuvo a punto de exigirles más explicaciones, pero en vista del lugar en el que estaba debía mantener la calma. El pelinegro la guió hasta unas puertas que según sus siglas eran las de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y entró antes que ella para indicarle por donde seguir.

Hasta que llegaron al lugar donde estaba la rubia.

Una lágrima brotó de los ojos de la castaña al ver como la menor yacía en aquella camilla conectada a un par de máquinas que la ayudaban a respirar y monitoreaban su ritmo cardíaco.

Su labio tembló y un jadeo salió de sus labios dirigiéndose al frente tocando el cristal que la separaba de ella sintiendo la impotencia invadir su sistema por no poder hacer nada por evitar que terminara así.

—¿Que fue lo que sucedió?— Cuestionó entre susurros sin apartar su mirada verde de la japonesa, escuchando como el doctor suspiraba.

—Un accidente de tránsito, yo mismo la atendí apenas llegó, aunque no tuvo ninguna fractura en su cuerpo.— Informó. —Pero recibió un fuerte golpe en la cabeza, y la inflamación cerebral nos obligó a inducirle el coma.— Terminó de explicar.

—¿Que secuelas tendrá?— La voz de Jeong salió más temblorosa de lo que deseó, le aterraba cualquier consecuencia que aquello pudiera tener en su esposa.

—No puedo saberlo con exactitud, varía según cada paciente, por lo que lo mejor será esperar.— Contó metiendose las manos en los bolsillos.

Jeong asintió despacio secando su mejilla. —¿Puedo entrar un minuto?— Cuestionó soltando un suspiro.

Y su hermano comprendiendo lo difícil que debía ser aquello asintió. —Claro, yo... Las dejaré a solas.— Dijo haciendo una mueca. —No te preocupes Noona, todo estará bien.— Apretó su hombro suavemente brindándole su apoyo antes de marcharse.

Lo primero que hizo Jeongyeon al entrar fue tomar la mano de la menor, la que no tenía la férula en ella, dejando un beso en su dorso, y otro en su frente. —Minari...

Le parecía increíble que apenas hace una hora estaban planeando la celebración de su aniversario y ahora se encontraban en aquella situación tan dolorosa. —¿Porque te pasó esto mi amor?— Preguntó sabiendo que no obtendría respuesta mientras más lágrimas salían de sus ojos verdes. —¿Que es lo que estamos pagando?

La rabia la llevó a morder su labio y posteriormente apretarlos con frustración, pensando en todo lo que pasaría si algo le pasaba a su esposa. —Por favor Minari, vuelve a mi porque...— Lágrimas empezaron a salir de sus ojos. —Sabes que no podré seguir en este mundo sin ti.— Susurró entre su llanto. —Te prometo que te esperaré el tiempo que sea.— Prometió. —Te lo prometo, y no olvides que te amo.

Pero como hubiera deseado que aquello hubiera ocurrido cuando la menor despertó de su sueño.

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Hola ¿Cómo están?

Aquí el primer capítulo, espero les guste.