Remember Me | JEONGMI

Celebridad

—¿Te puedo preguntar algo?— Mina rompió el silencio en el que se encontraba la habitación luego de que la castaña fuera por la bandeja de comida que ahora tenía sobre las piernas.

Jeongyeon por su parte se dedicó a analizar su expresión, dándose cuenta de lo tímida que se veía. —Por supuesto.— Ni siquiera quiso pensar en cuanto le tomó a la rubia animarse a hablar otra vez, por eso le brindó una sonrisa que le animara a continuar.

A Mina la comida de hospital definitivamente no le gustaba, y en aquel momento tuvo una excelente excusa para dejarla abandonada a su lado, encontrando en la mirada de la castaña toda la valentía que necesitó para hablar. —¿En que trabajas? Es que podría jurar que eres una modelo, o una celebridad muy famosa.— Fue vacilante pero aún con el nerviosismo en su voz, no apartó la atención del rostro de la mayor.

En ningún momento sintió que traicionara la confianza que habían construido esos días, pero la suave risa que salió de sus labios, logró desconcertarla ¿Había dicho algo gracioso acaso? No lo entendía, así que se limitó a mirarla esperando alguna respuesta. —¿Sabes que es gracioso?— La pregunta de Jeongyeon llegó después de algunos segundos que se fueron en la forma que mordió su labio y sonrió con nostalgia, negando en medio de un suspiro. —Esa fue una de las cosas que me preguntaste la primera vez que salimos.— Ahora Mina entendía el porque de su reacción.

Y no pasó demasiado para que un sonrojo invadiera sus mejillas mientras apartaba su mirada de la castaña. —¡Oh!— En los escasos recuerdos que había recuperado no había indicio alguno de la respuesta que esta le dio, su cerebro no había logrado trasladarla tan lejos, y aunque tenía que admitir que solo se había basado en la elegante y sofisticada apariencia de la mayor para llegar a aquella conclusión, le alegró la información que obtuvo.

En todo el transcurso de su conversación Jeongyeon se había mantenido sentada en el sofá al lado de la cama, terminando su propia cena, que consistía en un apetitoso emparedado mucho más atractivo que su comida de hospital, pero luego de darse cuenta de que ella no volvería a tocar su bandeja, aprovechó de sentarse a su lado en la cama después de deshacerse de ella. —Y sigue sin ser mi trabajo.— Su mirada destelló de un forma que descolocó a Mina y le hizo ladear su rostro, además esta sonreía ligeramente, era una simple elevación de comisuras, pero contaba como sonrisa para ella.

—¿Entonces?— Aquella nueva información no hizo más que atraparla en su mente otra vez, si ya había acertado en hacer la misma pregunta ¿Porque se había equivocado esta vez?

Parecía que se había dejado cautivar por la belleza etérea de la mayor, aún cuando esta jamás demostrara ser alguien superficial o vanidosa, pero hizo su mejor esfuerzo. —Heredé la Agencia de viajes del abuelo y gracias a ello ahora también dirijo una creciente cadena de hoteles extendida por toda Asia, y algunas capitales de América, Europa e Inglaterra.— Definitivamente no se acercó ni un poco a la realidad, la chica era toda una empresaria, claro que eso pudo haber cruzado por su mente, pero de considerarlo a tener aquella afirmación, hubo una gran diferencia.

—Entonces si eres una celebridad. Deben seguirte mucho los reporteros.— Por la forma en la que Jeongyeon luchaba por esconder su sonrisa, supuso que se debía a su insistencia. Pero no podía evitarlo, así como esta no pudo seguir manteniendo su sonrisa escondida por más tiempo. —¿Que?— Cuestionó ladeando su rostro una vez más, sabía que la mayor era lo suficiente respetuosa como para burlarse de ella tan abiertamente, pero aún así, casi logró sentirse ofendida.

La vio negar despacio y luego la escuchó suspirar sin tener idea de como interpretarla, hasta que la vio sonreír de nuevo, quizá por una razón diferente a la de las veces anteriores, pero con la misma calidez de siempre, lo percibió en su mirada y en la forma tan sutil en la que acarició su mano con su pulgar. —Volviste a equivocarte.— Le dijo manteniendo su contacto y su mirada sobre ella, fue casi automático que el calor se extendiera por su rostro, y empezaba a preocuparle que Jeongyeon mal interpretara todo.