Años perdidos

250 27 12
                                    

Jeongyeon Noona...— Llamó el pelinegro al entrar a la habitación momentos después, ya sé había cambiado su uniforme y ahora usaba su bata blanca sobre el resto de su ropa de doctor.

No se sorprendió de ver como algunas lágrimas mojaban las mejillas de su hermana que permanecía al lado de su esposa sin dejar de mirarla.

Era tanta la tristeza en sus ojos verdes que el menor se conmovió más allá de su empatía como doctor, claro que lo haría, era Mina quien se encontraba en aquella cama, la chica que él mismo había llegado a querer como una hermana más y eso que tenía tres.

Oye... Debemos irnos ya.— Insistió una vez más posando su mano en el hombro de la castaña que en un suspiro dejo salir gran parte de su dolor antes de ponerse de pie y salir con él.

¿Cuánto tardará en despertar?— Fue lo único que preguntó la mayor una vez estuvieron en la oficina del doctor.

Su golpe fue muy fuerte, todo depende de cuanto tarde en reaccionar su cerebro.— Empezó a decir Sunghoon ofreciéndole un café que ella tomó simplemente por no rechazarlo pues en aquel momento no era capaz de pensar siquiera en comer. —Pueden ser un par de días o semanas, pero lo que importa es que estará bien, sigue con nosotros, míralo de ese modo y...

¡Yo preferiría no mirarla así Sunghoon!— Le interrumpió ella casi a gritos, pero el menor entendió la frustración en sus ojos. —Lo siento es que...— Se disculpó rápidamente pasándose la mano por su largo cabello castaño.

No te preocupes Noona, es comprensible que estés así, te entiendo pues si algo llegará a pasarle a Jake yo... Enloquecería.— Apoyó tomando su mano. —Por ahora, lo mejor será avisar a sus padres ¿No te parece? O bueno solo a su madre.

La expresión de Jeongyeon se llenó de angustia ¿Como le diría a Sachiko que le había fallado en su promesa de proteger a Mina? ¿Como le diría que ahora la menor estaba en coma? Aunque no tenía la culpa, no podía evitar culparse como si en verdad lo fuera cuando lo único que había echo esos años había sido amarla sin más.

Yo... Llamaré a mamá Sachiko ahora, lo mejor es que nadie sepa sobre esto.— Pidió. —Minari no querría que todos se preocuparan innecesariamente, ella va a estar bien. Trató de ser optimista, incluso intentó sonreír pero su sonrisa pareció más una mueca que no fue capaz de llegar a sus ojos.

El pelinegro la miró y asintió dejándola sola después de darle un fuerte abrazo que la ayudo a recobrar algo de las fuerzas que aquel golpe que le generó.

Sin embargo le hizo falta mucha más fuerza para consolar a la japonesa mayor cuando le dio aquella noticia e incluso a través del teléfono pudo sentir su dolor.

La mayor le dijo que en cuanto pudiera viajaría a Corea pues su empresa de bienes raíces, misma que dirigía junto a su hijo Kai en Japón, hermano mayor de su esposa, estaba atravesando una situación difícil en aquel momento y aunque deseara ver a su hija lo más pronto posible, resolvería aquella situación para después viajar sin prisas.

Y Jeongyeon lo comprendió, ella misma estaba pensando en lo que pasaría con su empresa ahora que su esposa estaba en aquel lugar, no la dejaría sola, no lo deseaba y no podía, pues se preocuparía, y si Mina llegase a despertar y no la veía no se lo perdonaría.

Fue por eso que decidió esperar a que el amanecer llegará para pensar en ello, era fin de semana por suerte, ya llamaría a su secretaria para informar su ausencia algunos días, pero por ahora lo más importante eran Mina y su hija a quien sí o sí debía informar de aquello, pero ¿Como?

Remember Me | JEONGMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora