Los párpados de Mina se ampliaron a la vez que su boca terminaba entreabierta a causa de la impresión que le había provocado la confesión de la castaña, cuyos ojos la miraban con adoración y una ilusión que fácilmente pudo comparar a la de un niño con la mención de la navidad.
Tan hermoso, tan intenso y tan peligroso para sus latidos que no hacían mas que acelerarse a medida que la coreana seguía mirándola de aquella forma. —¿10 años?— La pregunta salió de sus labios temblorosos como si tuviera miedo de conocer la respuesta, pero no solo era miedo lo que albergaba en su interior. —¿Tanto tiempo hace desde que tu y yo nos conocemos?— Había también emoción en sus palabras, emoción ante la posibilidad de que Jeongyeon respondiera de manera afirmativa, emoción de que el perfume de la coreana no fuera lo único que conociera.
Sentía en su interior la emoción de la sola idea de imaginar que aquella hermosa chica había estado en su vida todo ese tiempo.
Una sonrisa ladeada junto a un nuevo destello en su mirada fue la respuesta que le dio la castaña antes de simplemente poner de cabeza su mundo. —Si Minari, hace más de 10 años que tú y yo nos conocemos.— Contestó haciéndola jadear, ya no sabía si era sorpresa o alivio, ya no tenía idea de que era lo que debía hacer con aquella información.
Con varios escenarios formándose en su mente, ya no tenía idea de como reaccionar. Miró sus manos unidas y aquello se sentía y se veía tan bien, tan normal, un gesto familiar entre ambas, era lo que Jeongyeon le hacía sentir con las sutiles caricias sobre sus nudillos.
Haciéndola darse cuenta de un detalle que había pasado por alto y que ahora entendía después de días de haber despertado del coma, viendo en el espejo un rostro que parecía más maduro y un cabello que no recordaba haber teñido nunca jamás de rubio, el detalle que nadie se había molestado en aclarar. —Entonces no tengo 23 años ¿No es así?— A pesar de su carácter de pregunta, la castaña sabía que no lo era del todo, por lo que no tuvo mas opción que negar despacio soltando un profundo suspiro.
Mina noto que luchaba consigo misma, fue lo que su expresión momentos antes cargada de felicidad y emoción le permitió ver, evitando mirarla sin soltar sus manos, pero antes de que pudiera decir algo, Mina volvió a hacerlo entendiendo la nostalgia que había estado rodeando a la castaña esos días. —Lamento no poder recordarlo Jeongyeon-san, en verdad lo siento mucho.— El sabor de la culpa que empezó a sentir en su boca, alojándose en su estomago provocándole escalofríos y haciéndola sentir enferma no le gusto nada.
Y es que no sólo se disculpaba por no recordar a la chica, se disculpaba por el anhelo que veía en sus ojos cada vez que la miraba aun cuando tratara de esconderlo con su sonrisa, se disculpaba por no poder entender quien era ella en su vida, y sobretodo se disculpaba por no poder corresponder la infinita adoración que desde el primer segundo que abrió los ojos, se dio cuenta de que la contraria sentía por ella.
Sin embargo no fue reproche lo que vio en los ojos de Jeongyeon, no había reclamos, acusaciones o juicio allí, sino comprensión, una gran empatía que la hizo marearse ¿Como era posible que alguien pudiera transmitir tantas emociones a través de su mirada? De seguro eso era algo que conocía pero también había olvidado, se dijo, pero nunca lo sabría si no recuperaba sus recuerdos cuanto antes.
—Hey.— Empezó a decir la castaña, y la forma en la que sus dedos tomaron su mentón y acariciaron su mejilla, la hicieron sentir como si su piel fuera un pétalo de rosa en plena primavera y Jeongyeon tuviera miedo de dañarla. —Esta bien, no digas eso. Lo único que importa es que tu estés bien ¿Si?— Y una vez más esa mirada amorosa estaba en sus ojos, amorosa y esperanzada. —Poco a poco los recuerdos irán llegando aunque...
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Remember Me | JEONGMI
ФанфикUn trágico accidente hace que Mina se olvidé de su vida, su familia, sus amigos, su hija y de su amada esposa, Jeongyeon. Serán días difíciles para la coreana que no solo deberá preocuparse por la salud de su esposa, además deberá lidiar con la amne...