(Melanie)
Las cortinas de mi habitación danzaban al compás del viento que se entrometía en el lugar, de modo en que los sonidos nocturnos se apoderaban de la escena a medida en que el viento incrementaba de intensidad.
La noche del jueves y la sorpresa de Villamil al salir de mi trabajo terminaron en un diminuto recorrido a mi hogar en su coche entre charlas del momento oportuno para definir nuestro próximo hogar.
"Nuestro hogar, nuestro..."
Mientras tanto, el día viernes trascurrió con tranquilidad, hablando ocasionalmente con el banjista del conjunto colombiano mediante mensajes de texto, pero sin rastro de su persona al finalizar mi jornada laboral.
Miro el único reloj en la recamara con la intención de ubicar al presente mis pensamientos, marcando las once con treinta y ocho minutos de la noche.
- ¿A que hora pasarás? - estipulo a la femenina de melena rubia detrás del teléfono, permitiéndome reposar en la única cama del sitio mientras sostenía el aparato electrónico mencionado con lineas de anticipación con gran proximidad a mi oído derecho.
- *Quizás a las seis y treinta* - manifiesta Escalante tras liberar ligeras muestras de diversión - *, tranquila, te pasaré a dejar a tu trabajo.*
- De acuerdo, esta bien. Tendremos que ir a dormir pronto si es que queremos estar a tiempo - postulo dejando caer mi cuerpo en el mueble mencionados párrafos atrás, con el fin de recostarme.
- *Ay, Melo; tu siempre durmiendo temprano* - enuncia Cristina en modo de burla -*¡Chao! Descansa.* - recita terminando su llamada.
Muñoz había iniciado un llamado de voz para comunicar su interés porque asistiera a las últimas horas de los colombianos en su país natal, por lo que insiste en llevarme al aeropuerto como "sorpresa".
Suelto mi teléfono de la Palma de mi mano, dejándolo en libertad para, como consecuencia, se desplazara entre las sábanas de tonalidad lila que acogían el mueble en el cual descanso durante la noche.
"De haber sabido que saldrían de gira tan pronto, le habría dado el llavero mañana antes de su viaje."
Analizo la tija encargada de sostener un ventilador incrustado en el techo del cuarto, sus aristas reflejaban los años en que el había sido elegido para ser el responsable de retener el peso del objeto y evitar que este caiga; solo tiene que aguantar, seguir de esta manera hasta desgastarse y sea reemplazado por uno nuevo.
*****
La notificación escandalosa de mi teléfono interrumpe mi jornada de descanso; en el aparato podía visualizarse una serie de letras formulando el nombre de la propietaria de melena rubia:
Llamada entrante de Criss
- ¿Hola? - comento tras atender su llamado y aproximar el aparato electrónico a mi oído izquierdo; aún continuaba adormilada entre las sábanas de mi lecho.
- *Ya estamos aquí* - enuncia la femenina de orbes azulados.
- ¿Tú y quien más? - inquiero liberado un ligero bostezo -. Además, todavía es muy temprano.
- *Melo, ¿estabas dormida?* - interroga dejando al descubierto una estruendosa carcajada - *Está bien, déjanos pasar mientras te arreglas rápido, chica. Isaza viene conmigo y son las seis treinta y cinco. *
"¿Seis treinta...? ¡¿QUÉ P...?! ¡¿LA ALARMA NO SONÓ?!"
Obligo a mi cuerpo a levantarse del descanso y abrigo proporcionado por la cama que nos acogió durante la noche, pasando mis manos por mi melena alborotada matutina.
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ꜱɪ ꜱᴇ ᴠᴀɴ ʟᴀꜱ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀꜱ | 🅙🅟🅥 |
FanficSegunda parte de "Viviendo en las estrellas". Las palabras suelen ser un arma de dos filos, y si estas no se usan con el debido respeto podrían generar consecuencias catastróficas. Melanie Leño Rost se enfrentará en un escenario donde no destacará...