ꜱɪ ꜱᴇ ᴠᴀɴ ʟᴀꜱ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀꜱ | 🅙🅟🅥 |

Capítulo 9: Melena oscura

(Melanie)

Analizo a profundidad los orbes cuya tonalidad se asemejaba a la del mar con el fin de averiguar el origen de su interrogación:

   — ¿A que viene la pregunta? — cuestiono sin encontrar respuesta a través de las facciones de la femenina.

   — No lo sé — admite limpiando sus fanales con ayuda de sus palmas tras percatarse del cambio de luz realizado por el semáforo a un tono similar al mirar de Cortés —. Hace poco me puse a pensar en que me reencontré con Isaza porque tú me llevaste a su concierto, todo esto gracias a que tú te encontraste a Villamil, porque llegaron al mismo restaurante EN COLOMBIA — protesta emprendiendo el viaje al cine en el cual laboro —; ¿crees que si vivieras en México hubieras conocido a Villa? ¿Me hubiera reencuentrado con Isa o nosotras dos nos hubiéramos conocido?

"¿Estaba destinada a vivir en Colombia y que todo esto pasara? ¿Es parte del destino que conociera a Juan Pablo o es mera casualidad?"

Me detengo a analizar la pregunta de mi compañera, evocando los acontecimientos que se han presentado a lo largo de mi existencia:

   — Yo creo que jamás nos hubiéramos conocido, y que nunca hubiera sabido de la existencia de Villamil — admito ajustando el llavero en forma de banjo a una de las presillas de la prenda inferior oscura portada como uniforme —. Aunque me gusta creer que mi destino esta lleno de diminutas casualidades, y es por eso que estoy aquí. Así que no dudo que existiera la posibilidad de que nos llegáramos a conocer por Internet, y que tú e Isaza se reencontraran con ayuda de otra persona.

   — Sabias palabras, Melanie dos mil veinte — estipula Muñoz añadiendo a su voz tonos de burla —, ¿y que hubiera pasado con Villa? — interpela sin desenfocar su visión del frente.

   — No sé — enuncio ajustando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, el cual se escurría sin aviso entre mi frente —. Quiero pensar que de alguna u otra forma nos conoceríamos si viviera en México — postulo en un intento de tranquilizar mi mente.

El ambiente en el medio de transporte se tornó denso acompañado de un silencio tangible capaz de ser cortado con ayuda de cualquier mínimo ruido.

   — Perdón, creo que no debí preguntar eso — manifiesta Escalante tras denotar a través de sus palabras incomodidad, siendo disfrazada de leves risas por su parte.

   — No, está bien — comento con el fin de eliminar tal sentimiento nombrado en el diálogo anterior.

   — No, de verdad no debí — réplica expresando intranquilidad —, perdona, no quiero que pienses que...

   — Esta bien, Criss. No lo mal interpreto — aseguro volviendo mi visión a la única femenina —. Siendo sincera, a veces me hago la misma pregunta.

   — ¿En serio?

"¿En serio?"

   — Sí — afirmo, como si tales declaraciones fueran dadas por una fuerza mayor a la aplicada por mis cuerdas vocales al trabajar para comunicar oraciones; como si aquellas afirmaciones fuesen gritos de mi subconsciente —. Me pasa mucho últimamente, pero me es mejor ignorar todo ese tipo de pensamientos.

   — Si, es mejor ignorarlos. A final de cuentas vivimos en la línea del tiempo en la que te mudaste a Colombia.

   — Tienes razón.