8. ⚪️

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Confusión...
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Apartamento de Gavin.
Hora: 2:05 a.m.

Lo que vivió el RK900 desde que salió de la comisaría sería perfectamente descrito como una peripecia, una que pensó jamás viviría y menos si el detective más irritante de todo Detroit era el causante de casi todos sus problemas, por no decir todos.

La situación le fue inaudita y en varias ocasiones, cuando su escasa paciencia parecía al borde del colapso, pensó en abandonar a su compañero en algún basurero y dejarlo a su suerte, pero desistió puesto que la idea no le traería ningún beneficio a futuro. Así que, sin más, tuvo que arrastrar a Gavin desde la comisaría y prácticamente cargarlo hasta su departamento, pero no le fue nada fácil ya que pataleó infantilmente y alegó que no necesitaba ayuda, sólo para al final volver a vomitarle encima o desmayarse.

¿Le molestó al androide? Por supuesto, pero era algo que debía tolerar momentáneamente.

—Finalmente... —susurró para después bajar a Gavin, a quien cargaba en su hombro tan fácil como si de un muñeco de felpa se tratase.

—¿Ya llegamos a la fiesta? —preguntó, aturdido y arrastrando las palabras.

—No, hemos llegado a su apartamento. Por favor espere un momento mientras hago que baje el ascensor.

Gavin lo ignoró y caminó hacia afuera de nuevo, pero el androide lo detuvo.

—¿A dónde cree que va? —exasperó.

—A follar, duh... —obvió— tengo tantas ganas que hasta cogería con... —miró al androide de arriba a abajo— no... no estoy tan desesperado.

El RK rodó los ojos y lo tomó del brazo para meterlo al ascensor.

—Oye no, aquí no... —susurró, acercándose al rostro de su compañero— la última vez nos descubrieron —dijo entre risas.

El ojiazul arqueó una ceja y lo miró despectivo mientras alejaba el rostro de Gavin de su cuello. Le provocaba una sensación extraña y molesta.

—Detective, lleva todo el camino confundiéndome con otra persona. ¿Podría parar? No soy quien usted piensa, por favor guarde la compostura.

—Sí, sí, ya verás en cuánto lleguemos a la cama —se insinuó, pero Nines nuevamente ignoró su bipolaridad.

Cuando finalmente estaban frente a la puerta, Nines sostuvo a Gavin por la cintura para que no volviera a estrellarse contra el suelo. Ese mínimo roce le provocó una extraña sensación a ambos, aunque fue distinta por cada perspectiva.

El androide trató de ignorar la "incomodidad" y Gavin sólo se calentó más, pensando todavía que el androide a su lado era alguien más.

Una vez dentro, lo llevó a la sala y lo recostó en el sofá para luego retirarse, pero Gavin lo detuvo, tomándolo de los hombros y mirándolo fijamente.

—Fóllame.

Una alerta precipitó al RK y su led cambió de inmediato a rojo.

—¿Disculpe? —lo apartó tan pronto escuchó tal insinuación.

—Hace mucho no lo hacemos... Jake... —acarició la mejilla con su índice y luego lamió la piel sintética del androide, quien nervioso y confuso volvió a apartar a su compañero.

Bad Liar [Gavin x RK900]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora