Capítulo 4

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En otro lugar lejos de Liz

∆Kun

Me encuentro en mi cuarto, viendo el estuche que esa chica misteriosa dejo cuando salió corriendo, comúnmente eso no lo hacen las chicas, si ellas nos ven se lanzan a nosotros, es molesto ya que está bien si solo es una foto o un autógrafo pero en ocasiones quieren tocarnos, zancudo la cabeza para que esos pensamientos se alejen de mi.

Escucho que tocan mi puerta

-pase- dijo contemplando el estuche

-Kun venía a decirte si quieres empezar a escribir las nuevas canciones- escuche la propuesta de Chenle

-no, hoy no, te parece si lo dejamos para después- propuse, y sentí que Chenle se sento a mi lado del sillón

-¿te quedarás con el?- pregunto después de un silencio largo

-si, bueno no sé, no conozco a la chica, tu viste si reacción, digo quien rechaza nuestra presencia, ¿crees que sea una antifan?- pregunto curioso solo eso podría explicar el porque no acepto mi ayuda

-oye si, tal vez viejo, fue muy extraña, aunque si te soy sincero las latinas tienen lo suyo- dijo con cara pícara

-quiero ver qué contiene, se que es un estuche de violín pero vamos, tengo curiosidad- dije acercandome al estuche y dejando de lado el comentario de Chenle

-y si es una bomba, y explota al al abrirlo, sabes que, has lo que quieres me voy, espera a que me valla a mi departamento para que lo abras, aprecio en verdad mi vida, te veo luego- y con eso Chenle salió de mi habitación

Pensé lo que dijo, puede ser una bomba, pero vamos quien pondría una bomba, además esa chica no tenía esa pinta.

-es jodidamente hermosa- suspire, tan solo al recordarla en el avión, cuando yo iba al baño pase y la vi, se veía como una niña pequeña admirando la vista, pensé que al regresar ella estaría no se, haciendo otra cosa, pero me lleve la sorpresa al ver que ella seguía admirando el exterior, algo dentro de mi camino hacia ella y sin más me senté a su lado, quería conocerla pero mi intento fue en vano cuando ella prefirió no verme y quedarse dormida.

-y esque es como un ángel- me encontraba otra vez hablando solo y pensando en su hermosura

Intente volver a la realidad cuando me entró una llamada, deje el estuche en el sillón y conteste la llamada, minutos después volví hacia el sillón y la intriga me gano, soy músico tocó casi todos los instrumentos musicales, así que un instrumento como este, me asía más ansioso, para ver, y tocarlo.

Tome el estuche lo coloque en sobre mis piernas y abri el estuche me quedé anonadado al ver el hermoso violín, debió costar mucho dinero, eso se veía de lejos, tome el instrumento en mis manos y sus demás accesorios, pero lo que llamo mi atención es que había un pedazo de hoja que salía de una parte del estuche, lo jale con mucho cuidado y era una pequeña nota, eso me llevo a recordar a la chica, cuando hablo estando dormida, sabía que leerlo ya era mucha insensatez de mi parte, pero ya había habierto el estuche, otra cosa no afectaría o si.

Así que comencé a leer:

Hija se que mañana sale tu vuelo, y quiero pedirte disculpas por no acompañarte, pero el aeropuerto queda lejos y este viejo ya no aguanta tanto tiempo sentando en un auto, me duele y me dolerá no verte por un año.

Estoy orgulloso de ti, mi niña, mi día, mi sol, mi luz, mi regalo de Dios.

Quiero que te cuides, come a la hora, no te malpases, eres doctora y más que nadie sabe que la salud es importante, duerme bien cabezota, no seas como tú padre, sabes que primero es la salud, y no se te olvide tomar agua, aprendí de ti que los animales, plantas y personas tienen que estar hidratos para vivir.

No te preocupes por tu madre, intentare cuidarla, y también cuidare a tu caballo, ese animal que tanto amas, creo que hasta más que yo.

Apenas te irás y ya quiero que regreses, la gente del pueblo dice que extrañará y te mandan saludos, los niños pequeños dicen que les traigas algo, pero no te preocupes si no puedes traer nada cuando regreses.

Mi pequeña milpita, cuídate mucho, con cariño el señor enojón, tu padre.

Creo que es la carta más linda que leído, se ve que su padre la ama, que gran chica, espero volverla a ver.

-¡Kun!- escuche que Rengun me llamaba, guarde las cosas con cuidado en su lugar y dejé la nota sobre mi mesa, me apresure a salir ya que iremos a cenar a uno de mis lugares favoritos.

∆Liz
Ha pasado ya una 5 días, por el momento me encuetro ordenado mis cosas, hoy tendré la entrevista en un restaurante, la señora Cleo me comentó que estaban buscando una cantante y que a su vez toque un instrumento, me he preparado para cantar dos canciones bien mexicanas como "cielito lindo" y Sabor a ti"
También revise algunas notas, espero que en ese restaurante tengan algún violín ya que me gustaría también mostrarle al dueño que se tocar ese instrumento y así asegurar dos cosas: un buen trabajo y un buen sueldo, se que tengo la beca de mi universidad, pero necesito ahora para la idea loca que tengo planeado para mí pueblo.

Me visto adecuadamente y mientras trato de hacerme un peinado, veo mi apariencia, y le doy el visto bueno.

-Buenos días, doña Cleo- saludé animadamente
-hija, buenos días, ¿irás a ver al dueño del restaurante que te comenté?

-si, y después iré a conocer un poco la ciudad- dije apenada, desde que llegué no había querido salir, solo me puse a estudiar y escuchaba música y cantaba.

-ten cuidado, cualquier cosa puedes llamarme o llamar a mi hijo, el maneja un taxi- comento la señora

-claro, si me llegó a perder lo are- dije apenada

-espera aquí un momento ahora regreso- dijo dirigiéndose a su cuarto

me quedé en mi lugar

-mira, espero que te ayude, se que no está muy bonito, ni que le llega al tuyo, pero cuando me contaste que perdiste el tuyo entendí lo importante que es tener un instrumento como este, hace tiempo participe en una rifa al comprar el juego de sillones y la cocina, y bueno lo gane, yo no sé tocar, y estoy mayor para hacerlo- dijo extendiendo un estuche de violín hacía mi.

-yo, yo, no lo puedo aceptar- la verdad si me hacía falta, en mis ratos libres me encantaba tocar

-yo no lo ocupo, se que le pides dar un uso y desempolvarlo un poco-

No lo podía creer, lo tome con mucha delicadeza, y una lágrima rodó por mi

-muchas gracias-

-De nada, y siento interrumpir este momento, pero creo que se ara tarde- dijo doña Cleo...

Melodía. NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora