Situación: Un momento agradable entre los 2.
El sol ya se estaba poniendo, la ventisca que pasaba era fresca, el césped húmedo era suave y el olor a ello sumamente reconfortante.
Te moviste de tu lugar para acostarte en los muslos de Miya, tras eso observaste el lago frente a ustedes mientas sentías como tus cabellos empezaban a ser acariciados por la manos de tu acompañante, sin dudas aquello hacia que te entrara una relajación extrema, y luego, con tan solo hecho de estar con Miya en un día tan agradable ya era reconfortante.
Agradecidas que tu casa estuviera a dos cuadras ya que si te quedabas dormida sería complicado ser llevada por Mitad por la distancia a tú casa.
Cerraste los ojos cuando sentiste las caricias, ahora, en tu mejilla, su mano era tan suave, parecía un pedazo de algodón, ¿Cómo no quedarse dormida con ello? Dejaste que el cansancio y relajación te llevará para luego dormirte.
Miya dejo de observar el claro y agachó la cabeza para verte, estabas dormida, tus ojos cerrados y mejillas rosas te hacían ver tan delicada y bella, Miya sonrió y siguió observando el claro para luego rodearte con sus brazos, sin dudas a él también le gustaba este momento tan agradable que compartían.
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Ay, no, chicos, traigo una pereza para escribir.
Pedidos Abiertos.
