THE OMEGA

CAPÍTULO XXV

Ya era el momento de la guerra los días previos a ella pasaron rápido pero tensos y angustioso nadie trato ningún tema personal después de un ataque sorpresa al la manada fue pura suerte de que Orión pone una barrera justamente ese día en que pelearon contra el enemigo un golpe sucio pero que se podía esperar de un maldito tramposo y manipulador.

||Luna||

Tenía miedo no lo iba a negar claro que no pero este era nuestro momento estábamos en frente de nuestros enemigos era el momento de pelear para acabar con todo aquí para tener un futuro más adelante.

— ¡ Oh Leanna debiste de venir a mi lado y tal vez había sido justo— murmura el Dovar de él pasado con una voz fingida de tristeza.

—¡ No te preocupes. Si matamos a lo demás podemos dejar a Luna  y compartirla ya sabes cómo buenos socios— habla la aparecía de Paul.

—¡ No yo quiero matar a esa perra de Luna por favor amo — suplica la imagen de Nicol mirando con odio puro a Luna.

—¡ No!— hablan ambos al mismo tiempo— ella será nuestra— responde de nuevo en un chasquido de lenguas.

— ¡ Ya cállense y terminemos con esto rápido— grito empuñando mi espada con fuerza.

— ¡ Este es el momento hija acabemos con esto— murmura mi madre también empuñando su espada. Mientras mira a todos nuestros rivales.

—¡¡Al ataque!!— grita mi padre y nos fundimos en la batalla.

No dispersamos por el campo de batalla mi mamá estaba peleando con Dovar y mi papá estaba peleando con un demonio. Mientras que mis primos acaban con cualquier guerrero que se les ponía en frente y mi hermano peleaba con una bruja la cual se había unido a Dovar para acabar con nosotros y mi Derek estaba peleando con Paul y yo con Nicol.

Sabía que no era ella pero igualmente era su cuerpo así que iba a disfrutar dañarlo a mi gusto. Nos habíamos alejado un poco de él resto y yo ya me imaginaba sus planes.

—¡ Vamos maldita perra!— me invita a acercarme y así lo hago no hay tiempo que perder. Me abalanzó sobre ella. Pero recibo una fuerte patada que me manda a volar unos metros de distancia. Sacándome unos grandes rasguños en las piernas, brazos y el lado izquierdo de mi abdomen lo que provoca que suelte unos quejidos y maldiciones —¡ Maldita Nicol!— murmuro.

Me levanto como resorte y empiezo a golpeándola fuertemente y luego corto su brazo lo que provoca que de fuertes gritos de dolor ya que mi espada corta cualquier parte de su cuerpo y mientras hace eso se le roba la vida y lo quema por dentro como si tuviera envuelta totalmente en llamas.

Así seguimos peleando. Ella me golpea haciendo que sangre pero ella también está recibiendo cortadas que la van dejando sin nada. Poco a poco.

Cuando ella se descuida porque a lo lejos se escucha el grito de Paul y entonces de un salto corto su cabeza y cuando su cuerpo cae se convierte en nada rápidamente corro para ayudar a los demás y me doy cuenta de que ni Dovar, ni Paul están a la vista.

¿ Que se hicieron?— no se ven cerca y eso me preocupa ellos no saben jugar limpio son unos seres despreciable. Que los cuales nunca se sabe que pasará.

Diosa Luna. Por favor que esta batalla sea más justa que las anteriores.

Suspiro—Una menos falta tres más corro y llegó junto a Derekson que pelea contra un grupo de vampiros. Empiezo a cotar cabezas por doquier y cuando veo que Derek puede controlar esa cantidad corro a ayudarle a Freya quién me mira y me regala una mirada significativa antes de que una luz no ciega de repente lo cual me hace perder la noción de él tiempo. Además de que mis ojos no funciona y menos mi poderes de cazadora.