CAPÍTULO 13: "INVASIÓN DEMONIACA"

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Shen Qingqiu, había pasado sus tres años de reclusión junto a Liu Qingge y lo único bueno que había sacado de ello es que inesperadamente lo había logrado salvar de una desviación de Qi, provocando que estos se unieran en una amistad extraña.

Antes habían pasado varios momentos alegres juntos, pero aun así se consideraban solo "conocidos", ahora eso había cambiado a un nivel más y no podía negar que se sentía tranquilo con ello.

Su corazón ahora se sentía tranquilo y esperaba no tener que lidiar con ningún tipo de problema en el primer día de su libertad, ¿Pero no conocía él ya lo cruel que era la vida?

Basto con que Shen Jiu caminara unas cuantas cuadras lejos de la cueva donde se cultivó, para poder percatarse de que los demonios habían conseguido infiltrarse en la secta de la montaña Cang Qiong, provocando una conmoción caótica entre los humanos y los demonios.

De pronto unos discípulos de una secta desconocida lograron reconocerlo.



— ¡Tío marcial Shen! ¡Los habitantes del reino demoníaco han subido a la cumbre Qiong Ding y están lastimando a muchos de nuestros hermanos!—Los jóvenes estaban tan desesperados, que no dudaron en hablarle, algo que hizo a Shen Jiu fruncir el ceño.



— ¿Dónde está el líder de la secta?—Shen Qingqiu, se acercó a los muchacho y hablo con una voz grave que indicaba que esperaba una respuesta concreta y clara.



—El líder de la secta bajó de la montaña para resolver algún asunto, ¡Si no fuera por eso, los demonios no nos habrían atacado gran Maestro!—



—Entonces tendré que resolverlo yo. —Shen Qingqiu, no espero una respuesta por parte de los jóvenes, por lo que abrió rápidamente su abanico, para dirigirse hacia la cumbre Qiong Ding.



Los discípulos se miraron entre sí, para luego seguir a Shen Jiu lo más cerca posible. A lo largo se les unieron más personas que no sabían ni que estaba pasando. Al final, la fila de gente que los perseguía se hizo más y más larga hasta que llegaron a la sala de audiencias de la cumbre Qiong Ding.

Shen Jiu, iba con una mirada realmente tensa, se le notaba el mal humor por cada metro de distancia a su alrededor. De pronto este gran maestro se sintió observado y al intentar buscar que cosa o persona lo ocasionaba, se encontró en un cruce de miradas con la única persona que era capaz de hacer su mal humor aún más grande y recordarle el "Porque" se había ido a reclusión.

Detrás de su abanico no pudo evitar hacer un chasquido con la lengua.

Aunque no lo quisiera ni mirar, Shen Jiu, no pudo evitar darle unas cuantas miradas de re-ojo, notando cuanto había crecido y el aire elegante que emanaba a su alrededor, el cual era muy llamativo, sobre todo para las discípulas que pasaba por su alrededor.

A los ojos de Luo Binghe, este solo sentía que Shen Jiu lo estaba ignorando con todas sus fuerzas, pero aun así intentaba volver a encontrar el cruce de miradas entre ambos. Su mirada se oscureció con rapidez al notar que una presencia demoniaca, la cual acababa de mostrarse para comenzar acercarse lentamente, había captado toda la atención de su maestro.

Era quien parecía ser la líder de la invasión demoniaca, quien tan solo parecía tener la imagen de una bella muchacha de quince años.

De pronto alguien interrumpió el silencio en el aire.



— ¡Niña demonio! ¡Nuestro Shifu ya esté aquí, a ver si ahora sigues siendo tan arrogante!—Ming Fan era quien gritaba y aparecía por un costado de Luo Binghe.



—Mi propósito aquí no es buscar una guerra. Solo quiero competir contra los muchos de talentos que hay dentro de esta secta, solo para comparar fuerzas. —La chica demonio sonrió mientras pasaba a llevar uno de sus largos cabellos con su mano.

La joven de pronto logro sentir atraída por el joven discípulo de aire elegante, Luo Binghe, enviándole una ligera sonrisa.

Shen Jiu, por alguna razón le dirigió una mirada rápida a Binghe, notando que este le había devuelto la sonrisa a la pequeña "víbora".

Otro chasquido se escuchó debajo de su fino abanico.



—Si eso fuera cierto, entonces, ¿Por qué has cortado el puente del Arco Iris? ¿Qué necesidad había de herir a nuestros discípulos?—Shen Qingqiu, avanzo unos cuantos pasos, para quedar a solo tres metros de la chica, demostrando una vez más lo afilada que podía ser su lengua y la confianza que sentía hacia sí mismo como para no bajar la mirada ante un demonio, incluso si este tuviera una imagen tan falsamente dulce. — ¿Por qué no presentarse primero? Por lo visto, los demonios son tal como se rumorea...Solo animales que siguen sus instintos y no tienen modales.

Las intenciones humillantes de Shen Jiu fueron tan visible y directas, que incluso Luo Binghe casi deja salir un sonido de "O" largo, el cual si fue hecho por la mayoría de sus compañeros.

La chica demonio no pudo evitar sentir sus mejillas enrojecer por la humillación, pero aun asi trato de demostrar que no estaba cayendo en el juego del mayor y decidió continuar con su plan.



—Soy Sha Hualing. ¿Tú debes ser Shen Qingqiu, no?—Sus labios tiritaban tratando de contenerse. Al visualizar un asentimiento por parte del mayor, continúo. — Aun soy muy joven, no puedo controlar muy bien a mis subordinados. Espero podamos arreglar esto de buenas maneras, si le he ofendido.

Shen Qingqiu, seguía mirándola como lo que era, una víbora.



— ¿Entonces? ¿Qué pretendes?—



—Si el honorable maestro lo permite, me gustaría medir fuerzas en un duelo de tres y tres. —Sha Hualing volvió a sonreír pícaramente, mientras daba vueltas alrededor de la silueta de Shen Jiu.

Luo Binghe, la observaba atentamente, a la espera de que intentara hacer algo contra su maestro.



—Bien. —respondió Shen Qingqiu, antes de acercarse al medio de el gran circulo que tenían formado humanos y demonios.

El pensamiento de Shen Jiu fue de "Solo quiero terminar con esto pronto."

El Orgulloso camino del villano escoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora