El Orgulloso camino del villano escoria

CAPÍTULO 29: "TRAIDOR"

~Tres días después~

Shen Qingqiu, siempre estuvo seguro de algo en su vida y era el hecho de que jamás tendría felicidad mientras estuviera vivo. Es por esta misma razón que a pesar de todo no podía gritar o decir que no se merecía las cosas que le sucedían, porque la respuesta correcta era que si se las merecía y mucho más.

No obstante, aquel vacío en su pecho parecía no tener una respuesta clara, pues se negaba a aceptar que aquel sentimiento de abandono era parte de él.

Se rehusaba a creer que tenia cierto deseo egoísta de que Luo Binghe solo tuviera ojos para él, incluso si los sentimientos eran unilaterales.

Volvió a negar con la cabeza entre la oscuridad de la habitación.

Sus piernas temblorosas se levantaron con cierta energía olvidada y se acercaron a la puerta para poder escuchar que sucedía afuera. Parecía haber un alboroto, pues las voces de las mujeres se contraían en chillidos asustados y no paraban de decir que todo era culpa de la "escoria olvidada".

Shen Jiu, rodo los ojos. "Esas malditas...Se refieren a mí, ¿No?"

Shen Qingqiu, había pasado todos estos días completamente solo, sin siquiera recibir la visita de Sha Hualing para ser intimidado o siquiera para ser alimentado.

De pronto las voces se callaron.

Los ojos verdes no dejaron de observar la puerta mientras sus pies caminaban de forma contraria.

A los segundos una persona se asomó para mirarle directamente a los ojos.

—¡Shen Qingqiu! ¡Por fin lo encuentro! —Los ojos alegres lo observaron con alivio mientras tomaba su mano y lo arrastraba con rapidez hacia afuera. —Vamos, debemos ser rápidos.

—¿Qué es lo que sucede? ¿Cómo es que estas aquí? —Shen Jiu, estaba confundido, pero no por eso perdería la oportunidad de escapar.

El mas pequeño se quedo en silencio por unos segundos y le hizo una señal a Shen Qingqiu para que se escondiera. Pronto unos guardias corrieron por los pasillos sin haberlos visto.

Sus piernas volvieron a caminar con rapidez y siguieron sendero tras sendero hasta poder llegar a una habitación cerca de la entrada principal. ¡Estaban al límite de la salida!

—Lo siento por no poder explicarte, pero justo ahora todos están concentrados en la batalla de Luo Binghe y Liu Qingge. —El joven comenzó a revisar la habitación por todas partes intentado encontrar algo que les sirviera para el viaje.

—Shang Qinghua...—Shen Jiu, lo observo con ojos filosos.

—¿Sí? ¿Qué-? ¡Ahg! —Shang Qinghua, no alcanzó a voltearse cuando la mano de Shen Qingqiu se envolvió en su cuello y golpeó su espalda contra la pared.

—¿Acaso te parezco un idiota? ¿¡Como demonios lograste entrar!?—Shen Jiu, gritó tan eufórico que rápidamente el cuerpo del castaño comenzó a temblar del miedo y sus ojos se cristalizaron sin dejar de pedir disculpas.

—¡N-No es lo que parece! ¡Debemos irnos! —Shang Qinghua, dio un grito lastimero cuando recibió un golpe en su cara.

De su boca cayó un hilo de saliva, el cual se mezclaba con sangre.

De pronto el ambiente se volvió tan frio que Shang Qinghua pareció congelarse. Sus ojos se clavaron en la entrada sin poder respirar, pues ahora su plan estaba completamente destrozado.