CAPÍTULO 24: "UN TERCERO"

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Pasaron varios días en los que Shen Qingqiu se mantuvo alejado de todos, incluyendo a sus propios discípulos, solo habiendo dejado la información de que Luo Binghe había sido asesinado por los demonios y que ni siquiera habían podido encontrar su cuerpo.

Ning Yingying, había sido la persona que más había llorado la pérdida y la que más había pedido explicaciones a su maestro, pero jamás obtuvo una respuesta, solo un ligero movimiento de manos que indicaba que lo dejara solo.


Entonces, al pasar las semanas y los meses, los rumores comenzaron a crecer...


Algunos se tomaron la osadía de decir que el gran culpable de la desaparición o muerte de Luo Binghe era Liu Qingge, ya que este se había puesto celoso de la relación maestro-discípulo que tenía Shen Jiu, quien para todos era su amante y aun mas ahora, pues Liu Qingge había pasado todo este tiempo "consolando" al gran maestro.

Liu Qingge, era uno de los pocos maestros que tenía la autorización de entrar en la habitación de Shen Qingqiu, pasando horas y horas supuestamente conversando con él. Además, se le vio muchas veces salir a altas horas de la noche con el cabello desordenado y las mejillas sonrojadas.


Por otra parte, algunos discípulos comenzaron a decir que en verdad el causante de la muerte era el mismo gran maestro que tanto amaba Luo Binghe, quien probablemente se había desecho del muchacho porque ya estaba cansado de él.


Nadie sabía que esto último era tan cierto que a Shen Jiu lo mantenía despierto por las noches.


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Shen Qingqiu, se encontraba en plena madrugada viendo la brillante luna que había sobre su cumbre, contemplándola con tanta calma que parecía no estar respirando.


Habían pasado dos años y aun sentía un mal sabor de boca, pero ya había vuelto a sus hábitos habituales y se encargaba del entrenamiento de cada uno de sus discípulos, intentando darle regalos para que se mantuvieran tranquilos y felices. Para su suerte había logrado obtener nuevamente la confianza de sus discípulos y estos ahora no contradecían nada de lo que decía.


Se sentía aliviado porque las cosas habían mejorado bastante, pero también se sentía bastante vacío, como si algo le faltara.


Resulta que Shen Qingqiu no sentía que había ganado, para él esto no era una victoria, porque había tenido que perder a uno de sus discípulos para lograrlo y aunque no le gustara pensar en eso, aun así sus responsabilidades y sentimientos como maestro le recordaban siempre su cruel realidad.


Shen Jiu, deseaba que con el tiempo no se siguiera sintiendo culpable de la "muerte" de Luo Binghe.


— ¿Me estabas esperando?—Hablo una voz justo detrás de su oreja.




—No. — Shen Jiu, ni siquiera se giró para ver a la persona.

El Orgulloso camino del villano escoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora