CAPÍTULO 27:"ATRAPADO"

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Shen Qingqiu, se despertó repentinamente.

Alguien le había arrojado agua.

Su cuerpo se inclinó con suma rapidez, notando que se encontraba en el suelo de una habitación lúgubre y en la cual apenas había algo de luz solar. Ante él se encontraba alguien de rostro bastante familiar, a la lo cual Shen Qingqiu no pudo evitar hacer un movimiento de cejas con desagrado.

Era Sha Hualing.

¿Por qué estaba ella aquí?

Sha Hualing, era quien había provocado el antiguo desorden en las sectas y apenas sus ojos se encontraron aquella vez, Shen Jiu supo que jamás podría agradarle, ya que era el típico demonio que coqueteaba con quien se le cruzase y rápidamente había mostrado interés en aquel momento no solo por Luo Binghe, sino también por otros discípulos.

Era una perra desvergonzada.

Shen Jiu, la observó directo a los ojos y supo que algo no andaba nada bien, pues la última vez que se habían visto, Sha Hualing a pesar de todo demostraba respeto en su mirada, pero ahora eso no era así.

Ella se atrevía a mirarlo desde arriba, como si fuera superior en algún aspecto. Además, claramente fue ella quien le arrojo un balde de agua fría y sucia.

Shen Qingqiu, se levantó completamente y se acercó hasta Sha Hualing para quedar a solo un paso de distancia, para así intentar intimidarla. Esta pareció querer retroceder ante la mirada filosa de Shen Qingqiu, pero algo dentro de ella la retuvo y la hizo poner una sonrisa burlesca.





— ¿Por qué estás aquí?—Shen Qingqiu, comenzó a avanzar lentamente, deseando ahorcarla.





—Oh, no. La pregunta correcta es: ¿Por qué crees que estás tú aquí?—Sha Hualing, río ligeramente, comenzando a caminar en círculos alrededor del maestro, intentado hablar con un tono de voz seductor, el cual era una fachada contra su odio hacia Shen Jiu.

Sus movimientos y su tono de voz se contradecían entre sí, más aun cuando sus manos intentaban tocar los hombros de Shen Qingqiu.





— ¿Dónde está Luo Binghe?—Shen Qingqiu, le dio un manotazo a las manos traviesas de Sha Hualing.

Esta gruño con molestia.





— ¡Él está ocupado! ¡Nuestro señor no tiene tiempo para una perra como tú!—Sha Hualing, grito con rabia y se atrevió a abofetear a Shen Qingqiu, haciendo que este retrocediera y se golpeara con la pared detrás de él. — ¡Ahora no eres nadie, eres solo una propiedad inservible del amo!





Shen Jiu, apretó su abanico con fuerza sin entender nada de lo que Sha Hualing está diciendo, pero de algo estaba muy seguro y era que nadie tenía derecho de toca su bello rostro.

En un movimiento veloz se acercó a Sha Hualing y la tomo fuertemente de cuello haciendo que ahora ella se golpeara contra la pared y dejara un hoyo bien pronunciado. Sus dedos largos apretaron todo el contorno delgado de la muchacha haciendo que esta soltara un gemido de dolor y comenzara a retorcerse, pues sus pies ya no tocaban el suelo.





— ¿No te han dicho que el rostro de alguien hermoso no puede ser dañado sin una consecuencia?—Shen Qingqiu, hablo de forma fría, como si estuviera a punto de cometer un asesinato. —Para tu desgracia soy muy bueno dando castigos...



Shen Jiu, no espero una respuesta y comenzó a dar bofetadas una tras otra.

Sha Hualing, apenas y podía hablar, pues cada vez que lo intentaba su boca terminaba al otro lado. En su desesperación trato de llevar sus manos al rostro de Shen Qingqiu, logrando que el rostro del hombre tuviera más de una marca por las uñas de la mujer.

En un momento de descuido Sha Hualing Logro gritar.





— ¡Guardias!—





El cuerpo de Shen Qingqiu fue reducido en segundos, haciendo que su cabeza se golpeara tan fuerte contra el suelo que quedó unos segundos desorientado.

Shen Jiu, trato de usar su energía y sus poderes, pero fue en vano, nada salía de su cuerpo, ni siquiera una pisca de energía entre sus dedos. Entonces, comprendió que estaba en un lugar donde probablemente había una barrera o algo que no le permitiera defenderse.

Sus ojos verdes trataron con todas sus fuerzas cortar la cabeza de Sha Hualing.





—El gran maestro no es nada más que un simple humano sin sus poderes. —Sha Hualing, se sobo el cuello y sonrió. —No hay forma de que puedas escapar del reino demoniaco.





Sha Hualing, rio fuertemente y su lengua se pasó por sus colmillos cuando noto la sorpresa del maestro. Incluso si la demonio no quisiera admitirlo Shen Qingqiu era realmente muy atractivo y se sintió algo excitada cuando fue ahorcada contra la pared, ¡Pero aún más excitante cuando los humanos se asustaban!

Shen Qingqiu, por su parte comenzó a debatirse mentalmente como había llegado allí y con qué propósito. Lo más probable era que Luo Binghe lo había llevado hasta allí, ¿Pero y el motivo? Si Luo Binghe quisiera matarlo no habría necesidad de llevarlo al mundo demoniaco y si quisiera vengarse, tampoco era necesario.

¿Acaso le esperaba una muerte lenta y dolorosa?

¡Él no pensaba morir tan fácil! ¡Mucho menos morir lentamente!





— ¿! Donde esta Luo Binghe!? ¡Dile a ese bastardo que venga! ¡Ahora!—Shen Qingqiu, no pudo evitar descontrolarse un poco. Usualmente siempre mantenía su rostro sin emociones, pero esto lo superaba, sobre todo porque sabía que podían hacer lo que quisieran con él.

Si había alguna manera de salvarse, probablemente era por la mano de Luo Binghe.





—Él te vera después de que cumpla con su pedido. —Sha Hualing, hablo con un tono de aburrimiento.

Su mano se agito dándoles una orden a los demonios.





— ¿¡Que hacen!? ¡Suéltame!—Shen Qingqiu, se retorció completamente cuando su pecho golpeo la fría pared.

Su cuerpo estaba siendo estampado contra la muralla y la risa de los demonios no le generaba buenas señales, sobre todo porque uno de ellos comenzó a tirar sus túnicas húmedas.





—Por la orden de nuestro gran señor, Luo Binghe, usted será golpeado diez veces con mi látigo. —Sha Hualing, volvió a reír y sus ojos demostraron cierto brillo ansioso.





Shen Qingqiu, se quedó tan sorprendido, que no logro percatarse de como su ropa era desgarrada y los demonios dejaban a la vista su blanquecino cuerpo y se atrevían a tocarlo con lujuria. 

El Orgulloso camino del villano escoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora