-Me quieres explicar que haces aqui?- inquirio Andreas mientras que literalmente me arrastraba fuera del club, Apretó más su agarre por encima de mi codo al ver que no respondía.
-No es su problema.- respondí secamente.
-Cariño, te acabo de comprar, tu eres mi problema.- dijo sarcasticamente
-No lo diga como si fuera una de tus casas o...oo una prostituta!- espete ahora molesta.
-Es lo que pareces asi vestida.- No supe el momento en el que mi mano se estrello en su mejilla.
-Tu no sabes lo que dices. Yo puedo hacer lo que me venga en gana, tu no eres nadie para juzgarme ni reclamarme nada.- le reclame con todo el odio que tenia dentro.
-Te equivocas. Ahora eres Mia, soy tu dueño, puedo reclamarte lo que quiera.- sus duros ojos taladraban los mios, me intimidaba como la mierda, pero no lo dejaría ver. Nos encontrábamos apenas a un paso de distancia, su mandíbula se tenso visiblemente y su nuez de Adán se movió al tragar saliva. Sus ojos bajaron a mis labios, los cuales humedecí con mi lengua. A pesar de la helada noche de londres, en ese momento me sentia en el mismisimo infierno. Un gruñido salio de su garganta. Tomo mi cabello en una coleta y halo de el para que alzara mi cabeza, con su otra mano me agarro de la cintura acercándome hacia el. Podia sentir su dureza pegada a mi abdomen. Una humedad incesante comenzó a brotar en mi entrepierna. Sus ojos me miraban anciosos como pidiendo mi autorizacion, miro mis labios nuevamente, ya me estaba cansando este vaivén... tome valor quien sabe de donde e impulsandome en las puntas de mis zapatos uni mi boca a la suya. Tenia tacones altos y aun asi me sacaba varias cabezas más. Los suyos me tomaron desesperadamente, habia besado antes, pero nunca con tantas ganas. Mordio fuerte mi labio inferior, pronto un caliente liquido con sabor a hierro se colo a mi boca, la abri para protestar pero él siendo mas rapido, aprovecho para invadir mi cavidad bucal con su lengua, el beso era apasionado, hambriento, me tomo fuertemente de la nuca para juntarnos aun mas de ser posible, nuestros dientes chocaban, el aire se acababa pero no queria terminar esto, al parecer el tampoco. Un "Ring" incesante interrumpio el momento, ambos nos separamos abruptamente, mis mejillas ardian, estaba hiperventilando. Tome de mi pequeño bolso mi telefono y mire la pantalla:
"hospital"
-Dios mio Aaron...Si?- dije tratando de controlar mi tono de voz. Andreas volteo a verme curioso.
-Srta Jenner, soy el Doctor Jhosep Tannor, Oncologo tratante de el menor Aaron Jenner.
-Si soy yo, que sucede?
-Se requiere su presencia inmediata en el hospital.-Dijo el doctor casi en un susurro
-Que sucede? Aaron esta bien?- un largo sonido se escucho en la linea.
-Porfavor, solo venga.- y colgo, mis ojos comenzaron a empañarse, se que algo malo ocurriria.
-Necesito ir al hospital.- le dije a Andreas con un hilo de Voz, debiamos hablar de lo ocurrido, pero ahora no era el momento. Solo asintió a modo de respuesta. Tomo mi mano y me encamino hacia su auto, a unos metros de la entrada. Abrió la puerta del copiloto y esperó a que yo entrara, cerró y rodeo el auto para entrar al lugar del piloto. El trayecto fue en total silencio, la incomodidad era borde, y la tensión se podria cortar con un cuchillo. Minutos mas tarde nos encontrabamos en las puertas del hospital, me disponía a salir cuando Andreas me tomo de la mano.
-No saldras asi.
-No tengo otra ropa.- dije frnciendo el seño.
- Ten, te quedara un poco grande, pero te cubrira.- dijo tomando un gran abrigo de las asientos traseros, baje del auto colocandome la gran gabardina. Me llegaba casi a los pies. Comence a caminar, y como me lo imaginaba Andreas venia detras de mi.
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Comprada
RomanceAmanda entra al mundo de las Suggar Babys para poder salvar a su familia, en especial a su hermano con leusemia linfoblastica aguda. Tras la muerte de su madre aparece una luz en su camino, pero a la vez una responsabilidad que no puede obtener, un...