Se que hago mal, pero en verdad lo necesito, es como que si él me curara, me sentía querida, sus besos me quemaban la piel, me tomó en brazos nuevamente y me recostó en la cama lentamente, se situó encima de mi con sus piernas a cada lado de mi cintura. Me miraba con hambre en sus ojos.
–Eres hermosa- dijo con voz ronca, erizando cada vello de mi piel. Pude sentir calor ascendiendo de mi pecho a mis mejillas y ojeras. La presión en mi vientre cada vez era más fuerte así que me incorporé y mirándolo fijamente a los ojos comencé a desabrocharle uno por uno los botones de su camisa, fallando varias veces debido al temblor en mis dedos. – shhh, no hay prisa Agapí.- susurró, pero yo si tenía prisa, sentía que en cualquier momento podría estallar. Quite su camisa deslizandola por sus anchos hombros y brazos. Este hombre no podía ser más perfecto, su pecho y su abdomen está perfectamente esculpido, y cubierto de vellos, que lo hacía más deseable aún.
Atreviendome un poco, paso mis manos desde su abdomen hasta su pecho y dejándolas al fin detrás de su cuello, acaricie su cabello, mirando sus labios entreabiertos, los relamió y una punzada recorrió mi cuerpo deteniéndose justo en mi sexo, podía sentir la humedad en medio de mis piernas, estaba chorreando. Alcé la vista a sus ojos, el observaba mis labios con la misma hambre que yo le tenía a los de el. Pegue mi boca a la suya que me recibió gustosa enredando sus dedos en mi cabello y pegándome más a el aún, su dureza era notable y la tenía justo en mi abdomen. Bajé mis manos hacia sus pantalones de desabroche su cinturón, deshaciéndome asi de su botón, él sonrió en mis labios y mordió levemente el inferior, sacandome un gemido. Se incorporó de la cama y se quitó el pantalón, seguido de unos Calvin Klein negros, liberando su gran falo. Sentí miedo en ese momento, era mi primera vez y estaba 100% segura que esa cosa no entraría en mi. Era muy grande y grueso. Dios, todo el era grande. Debió haber visto mi cara de trauma porque acercándose me preguntó.
-¿Que ocurre?
-Yo... Yo... Eres muy grande.- susurré, él sonrió arrogante.
-Te adaptarás a mi...
-Andreas... Yo... Yo no he echo esto antes.- dije desviando mi mirada de el.
-O Theé Mou! - exclamó - ¿eres virgen? – Asentí a modo de respuesta avergonzada. El sostuvo mi rostro con una mano para que lo mirará. - Todo está bien Agapí mou. - Volví a asentir y el frunciendo el seño me miró fijamente, me tomo de mi cabello y me besó, el beso era posesivo, demandante, exigente, delicioso, mordía mis labios, los chupaba, su lengua masajeaba ferozmente la mía, casi me era imposible seguirle el beso. Llevo su mano directamente hacia mi sexo y tocandola por encima de mi panty me hizo gruñir, movió a un lado la tela de y se ubicó entre mis pliegues, comenzó a torturarme con un movimiento lento que me hacía temblar. El gruño al sentirme tan mojada.
-Éisai dikós Mou agapí.- dijo en mis labios- Eres Mía!... Dilo, di que eres mía.- ordenó, yo no podía articular palabra, estaba totalmente ida gracias a sus caricias. Azotó con su mano mi sexo- Dilo.
-Ahhh- gemí al sentir el cachete en mi vagina- Soy.. soy tuya Andreas. - dije mirándolo, mi respiración era entrecortada. El me sonrió satisfecho y me volvió a acostar en la cama. Me dio un casto beso y comenzó a bajar por mi cuello y mejillas, dejando besos, lametazos y chupadas, mientras que sus manos apretaban y pellizcaban mis pezones ya endurecidos. -Mmmmm... Ahhhh... - gemidos era lo que escapaban de mi boca, mientras enredaba mis dedos en el cabello de mi Dios griego, El seguía su camino por mi abdomen, lamió mi ombligo haciéndome temblar, sabía todos y cada uno de los puntos erógenos que poseía mi cuerpo, ya que en cada sitio que mordía yo deliraba. Llegó a mi pubis, y alzando la vista me sonrió picaramente al momento de dar un lametazo en mis pliegues. Esto era el paraíso, mi cuerpo tembló casi que convulsionando, me aferre a las sábanas con los puños, mientras arqueaba mi espalda, Andreas separó mis pliegues nuevamente y comenzó su tortura en mi clitoris ya hinchado por la excitación, no me faltaba mucho para caer. Bajo con su lengua hasta mi abertura penetrandome de alguna manera con ella, pronto sentí la intromisión de un dedo, no dolía, pero se sentía la presión, fuí adaptándome de a poco y cada vez era más fuerte el nudo que se formaba en mi vientre, sentí un segundo dedo dentro de mi, y fue mi fin cuando junto con lengua en mi clitoris me hizo estallar en mil pedazos, no sabría cómo explicarlo, pero fue la sensación más placentera que he sentido.
-Sabes exquisitamente bien.- Dijo Andreas besándome, haciéndome sentir mi propio sabor.- Eres Mía, entendido? - asentí enérgicamente aún sin recuperarme del todo. Sentí la punta de su miembro rozando mi entrada, temblé levemente ante este contacto. -Estas lista. - Susurró- Te dolerá un poco, pero prometo que te sentirás mejor luego Agapí. - asentí
-Solo házlo, te necesito dentro.- dije en un jadeo.
El simplemente se hundió en mi en una estocada. El dolor fue intenso, y varias lágrimas escaparon de mis ojos, Andreas las lamió una a una y me besó, esta vez con cariño, casi que con amor. Me acostumbré a la presión que sentía en mi y pronto anhelé más, Andreas sintió esto comenzó a moverse lentamente, pero no era suficiente.
-Mas.... Ahhhh... Más rápido.- sonrió en mis labios y comenzó con un ritmo torturante. Mis manos acariciaban su espalda y mis uñas se encarnaban en ella, se que le deje rasguños fuertes. No hay nada más excitante que escucharlo gemir, verlo disfrutando esto tanto como yo, me complace sobremanera. La presión que sentí antes en mi vientre vuelve a ocurrir, las paredes de mi vagina apretaba cada vez más su miembro, estaba a punto de correrme.
-Vamos nena, Dámelo- pidió con una voz sensualmente ronca. Solo eso basto para hacerme perder nuevamente los sentidos. Andreas dió dos estocadas más para luego correrse dentro de mi. Se desplomó sobre mi, se sentía tan bien tenerlo así. Ambos acompasando nuestras respiraciones. Andreas salió de mi acostándose a un lado, halandome con él, poco a poco el sueño se fue apoderando de mi.
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Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo 🥺😏 ayúdenme con votitos porfis y comenten cualquier duda.
O Theé Mou : oh Dios mío
Éisai dikós Mou agapí: Eres solo Mia amor.
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Comprada
RomanceAmanda entra al mundo de las Suggar Babys para poder salvar a su familia, en especial a su hermano con leusemia linfoblastica aguda. Tras la muerte de su madre aparece una luz en su camino, pero a la vez una responsabilidad que no puede obtener, un...