Capítulo‌ ‌1.‌ ‌Un‌ ‌disparo‌ ‌de‌ ‌suerte‌

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Las nubes eclipsaban una luna menguante reduciendo su ya tenue luz, era difícil caminar por el terreno en especial con su casa rodante a cuestas.

Tras caminar por horas, finalizando con una corta cena de paja y agua, ambos se dispusieron a descansar frente al fuego.

Hasta hace unas semanas, en ese lugar no sabían con certeza si era día o noche, sólo lograban deducirlo gracias a los cambios drásticos de claridad así como su tambaleante ciclo circadiano; las provisiones estaban por terminarse, cosa que preocupaba a ambos, pues no habían contemplado tal situación, un extravío tan largo les había tomado por sorpresa, en especial tras haber recorrido varias veces algunas locaciones ecuestres.

Para su suerte al final de ese día habían logrado encontrarse con menos árboles, este cambio les permitía colocarse las correas y tirar de aquella casita, era más cómodo que levitarlo o incluso teletransportarse con ella, aunque Hope insistía en ayudar, Sombra prefería hacerlo sólo para evitar que la herida en su pata empeorara.

Pasada la cena, se echaron al suelo para poder apreciar aquel cielo que por días desaparecía entre ramas y hojas, el sol caía, con ello el frío del bosque comenzaba a retomar territorio.

– Sombra, mira.

Hope llamó su atención quien le miró notando sus ojos clavados en el cielo ignorando por un momento su tazón, no dudó en también levantar la mirada, gracias a las nubes y el sol, se había llenado de rayos luminosos y un sinfín de pequeñas nubes coloridas.

– Es hermoso – comentó Sombra.

– Lo sé – respondió cubriéndose más con su sábana – Te prometo que iremos a la próxima feria de cristal.

– No te preocupes por eso, de todos modos, no creo poder entrar a la feria en mucho tiempo, los ponis no me perdonarán tan rápido como lo hicieron las princesas

Hope lanzó un profundo suspiro.

–Ya veré cómo llevarte – no obtuvo respuesta, solo vio cómo tenía la mirada perdida en el firmamento – ¿quieres ir a dormir?

– Ve tú si quieres, yo iré en un momento.

Tan concentrado estaba en descifrar las constelaciones nubosas que no notó la molestia de su compañera por su respuesta, le molestaba estuviera sólo afuera al notar su extravío.

De pronto, una explosión hizo levantarles en seguida, un árbol cercano parecía haber sido golpeado con fuerza, haciendo que algunas de sus ramas colgaran y varias aves volaran despavoridas.

– ¡Fuera de aquí!

Un poni terrenal de pelaje azul cielo y melena verde, salía de entre la vegetación sujetando una escopeta grifo adaptada para usarla con los cascos, apenas verlos disparó en su dirección haciendo que ambos levantaran campos de fuerza por reflejo, rebotando la bala hacia una rueda.

– Dejen de robar en mis tierras –

– ¿Qué?, pero si estamos en el bosque – dijo Hope algo temerosa.

– Mienten, vienen por mi alfalfa – hablaba mientras recargaba su escopeta, dispuesto a dispararles de nuevo.

– No miento, soy Radiant Hope, él es Sombra, venimos del imperio de Cristal, hemos estado perdidos en este bosque por tres lunas – el poni bajó el arma al escuchar eso.

Aquel poni se acercó tranquilamente sin dejar de mirarlos dudoso, poniendo especial atención en la pata herida de Hope.

– ¿Podría ayudarnos a buscar una salida? – preguntó ahora Sombra con su acostumbrada seriedad.

Sombría esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora