Capítulo 5. Huida interrumpida.

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En un estrecho camino de lodo, Hope y Sombra llevaban con prisa los arreos de la casa rodante en dirección a Fillydelfia, la luna era visible a este punto del bosque, era fácil saber que la noche llegaría a su fin en poco tiempo, aunado que al mirar hacia atrás y no poder ver más las luces del pueblo, optaron por detenerse para al fin descansar.

Ambos pensaron en tomar un poco de té acompañado de un puñado de galletas que Sombra logró traer consigo, lo mejor era continuar lo más posible hasta llegar a un lugar seguro y en un par de minutos podrían descansar lo suficiente para comenzar a turnarse.

Sombra al a su compartimento de leña notó que se encontraba húmeda por la tormenta, rascó el suelo molesto un par de veces hasta que su frustración fue interrumpida por la sensación de estar siendo observado, no hizo falta investigar mucho pues su mente fue atrapada por un par de luces azul pálido, lo que sea que fuere le impedía moverse, después se le agregó un dolor punzante en el cuello del que apenas pudo responder, con el pasar de los segundos todo se hizo más lento, se sintió profundamente cansado, al notarlo, el dueño de ese par de luces se alejó de él con paso calmo, dejándole caer sin poder articular palabra alguna para advertir a su compañera.

Hope salió de la casa rodante con la tetera lista para ponerla en el fuego, apenas llegar encontró a su compañero inconsciente en el suelo, sus alarmas se encendieron al instante pues temía que hubiera finalmente sucumbido al hambre y el cansancio de la huida, aquella preocupación se esfumó al verle con una pluma roja incrustada en su cuello.

—Señora, ¡qué gusto volver a verle!, hemos venido a escoltarle. —Se escuchó una voz masculina entre los arbustos.

Casi por impulso, Hope dio la vuelta para entrar a la casa rodante en la cual, en la puerta encontró a un par de ponis terrenales que le cortaban el paso

—Vas a algún lado? —Sonrió el mayor de los dos.

Desesperada, hizo resplandecer su cuerno desapareciendo en un haz de luz para aparecer varios metros lejos, lo suficiente como para comenzar su huida en dirección a Centiniel tief, sin embargo, un cuarto poni emergió de la oscuridad para seguirle a todo galope.

El cuerno de Hope chispeaba mientras miraba hacia atrás, tratando de alejarse lo más posible, pero al poner atención de nuevo a su carrera se encontró con una masa oscura emergía del suelo en una silueta siniestra, el poni encapuchado de alguna manera había logrado rebasarle y un par de luces azules emergieron de debajo de la capucha que parecían tratar de encontrarse con su mirada.

—¡Detente! —Dijo el poni encapuchado sin dejar de mirarla, por instinto ella se dio la vuelta y, en otro destello, desapareció.

—¡Moon! —Gritó aquel poni quien aún iba a todo galope. —¡Se escapa!

—Dudo logre hacerlo. —Respondió él con una expresión confiada. —Lejos no llegará, dile a ese par que se adelanten.

—No quiero que tu estúpida confianza arruine esta oportunidad.

—Lárgate, mequetrefe. —Respondió rápidamente recibiendo de parte de su compañero una clara expresión de molestia.

Sin más, el corcel dio la vuelta y corrió a todo galope a la misma dirección por la que había venido.

—Veamos. —Murmuró en voz baja aquel corcel cerrando los ojos y rascando el suelo suavemente con un casco. —Dime donde te escondes.

Hope corría tan rápido como le era posible tratando de mantener a la vista el camino, en su mente planeaba tener esa cercanía tanto para evitar perderse como para saber si era perseguida en dirección contraria, pasado los segundos aligeró el paso de a poco hasta detenerse, se encogió entre un arbusto mirando a todas direcciones, jadeando por la carrera, pero a la vez evitando hacer ruido para no ser descubierta.

Sombría esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora