Capítulo 6: Nuevos Aliados.

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Sombra súbitamente despertó, al mirar a su alrededor se encontró con Hope durmiendo con la cabeza apoyada en la mesa frente a una taza de té a medio terminar, la luz que entraba por las orillas de la ventana era suficiente para notarlo, al levantarse pateó un balde cuyo sonido fue suficiente para despertarle también.

—¿Te encuentras mejor? —Preguntó Hope alcanzando su taza para dar un sorbo y notar que su té estaba frío.

—Tuve un sueño extraño. —Dijo mientras se llevaba un casco a la melena. -Creo que estaba en los jardines del castillo del Imperio.

—Te despertaste varias veces. —Respondió mientras se levantaba para abrir una de las ventanas. —Es mejor que nos vayamos, Fillydelfia aún está a dos o tres días de camino.

El sol se abría paso entre las ramas de los árboles, desapareciendo la niebla y mojando el pasto con rocío, como si fuera una señal, Sombra se internó nuevamente en el bosque mientras que Hope se quedó en la casa rodante.

Tras unos minutos, Sombra volvió mojado, con los cascos ligeramente enlodados y bastante leña seca de lo que tenían en su reserva que se dedicó a guardar.

—Buenos días.

Se escuchó una voz que llamó la atención de la unicornio, pronto vio al corcel color ocre bajar la colina, traía consigo lo que parecía una pirámide de metal que bajó al lado de la fogata apenas llegar.

—He traído un pequeño regalo por parte de todos nosotros, suponemos que puede serles de utilidad, es para colgar el caldero... para cocinar.

—Es muy amable de su parte, pero-

—Insisto. —La interrumpió. —Si no quiere quedárselo puede venderlo o cambiarlo.

Hope, por curiosidad, acomodó el tripié sobre el fuego, fue dentro de la casa y trajo consigo un caldero que colgó, para su suerte no solo quedaba a la medida, sino que la altura a la que se encontraba era excelente.

—¿Se encuentra bien? —Preguntó Jar ahora más serio.

Hope se sorprendió por la pregunta, solo para luego mostrarle una sonrisa despreocupada que en el fondo le tranquilizó.

—Claro que sí.

—Espero no esté cansada de escucharlo, pero perdónenos por haberles provocado molestias.

—No deberían preocuparse. —Continuó. —Nuestro camino ha sido muy accidentado.

Jar miró la venda de su pata entre el lodo seco que le daba la apariencia de ser un yeso.

—Espero que esa herida no sea importante.

—Por ahora no lo es, pero no tengo nada para curarla más que mi magia hasta llegar a Fillydelfia.

—Entiendo. —Respondió con un dejo de vergüenza. —Sabe, lo que dijo mi compañero es verdad, este camino puede ser muy peligroso, si lo desea podríamos escoltarlos.

Sombra salió de detrás de la casa rodante para entrar a ella, al verle, Jar pareció comprender el por qué Moon estaba temblando al estar en su presencia, no era lo mismo estar lejos de la seguridad de su cueva, Sombra le lanzó una mirada rápida mientras entraba, salió poco después con un jarrón lleno de agua y un tazón de avena que dejó caer en el interior del caldero.

—Buenos días, Rey Sombra, ¿se encuentra bien? —Dijo tras ver que había quedado mucho tiempo en silencio.

—Supongo.

—Espero que se mejore pronto, su majestad. —Pronunció mientras se alejaba hasta darle la espalda a los unicornios. —Nos apena de sobremanera la situación en la que llegamos.

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⏰ Última actualización: Sep 03 ⏰

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