4.¿En serio?, ¿un baile?

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Lástima que me desperté porque quería saber qué hacia mi madre con migo.

Mi madre siempre me dijo "Am, los sueños siempre tienen un significado que a veces desconocemos".

Miré el reloj de mi pared y eran las 8:28 am. Era muy temprano y quería seguir soñando con mamá.

Pero luego pensé "oye, es tu cumpleaños y debes aprovechar el día" y me levanté de la cama.

Miré hacia mi espejo y ahí encontré dos regalos preciosos: un vestido sin tirantes de color azul con la parte de abajo hecha de tul y la de arriba de corsé y unos zapatos de tacón color azul.

Eran los regalos que pedí solo que de otro color.

Agarré mi lista y los taché. Me gusta saber si me regalan todo lo que pido.

Me fui (en pijama) hacia la cocina para tomar desayuno y ahí estaban: mi familia, mis vecinos y Clarisa.

-¡Feliz cumpleaños, Am!-me gritaron todos cuando entré.

Todos estaban en bata, incluso mi papá.

Clarisa se me acercó y me dijo:

-Este es un regalo muy especial de mi familia que te daré, cuídalo mucho- me pasó una caja del porte de un libro pequeño con una cinta encima- ábrelo cuando estés sola para que no se dañe.

Al parecer, Clarisa había cambiado un poco.

Asentí con la cabeza y dí las gracias.

Mis tres hermanos me tenían un regalo que me impactó: era mi telescopio que había pedido con una cinta arriba. Era mediano.

Mi papá me tenía una pila , de por lo menos 1 metro de alto, enorme de tooodas mis revistas.

Mis vecinos me tenían un relicario de metal, que adentro tenía una foto de mi madre con el vestido de mi sueño.

Les dí las gracias a todos muy contenta. El que más me gustó, fue el relicario que no estaba en mi lista.

Pude tachar todo, incluso el que decía "recuperar a mi mejor amigo" .

Era el mejor cumpleaños.

Dejamos los regalos en la isla de la cocina y fuimos a desayunar al comedor.

Mi padre estaba sentado en la cabecera con Clarisa, a su derecha estaban: Grace, Layla y Nala. A su izquierda estábamos: John, Max y yo.

Archivald trajo más empleados de los que pude imaginar.

Todos traían cosas distintas cómo: magdalenas (mis favoritas), queques, panqueques, wafles, frutas, tartas, yogurts, panes, mantequilla, jugo, agua, malteadas, leche, té y CAFÉ.

Clarisa tomó café, obviamente.

-Oye, creo que Clarisa ha cambiado, ¿no?-me preguntó Max por lo bajo.

-Sí, eso creo-le contesté.

Comimos como cerdos y después nos fuimos a vestir.

Abrí mi clóset y encontré un regalo. Estaba envuelto en papel Kraft con una nota que decía "para mi bebé, espero que lo uses".

Debía ser de papá. ¿O no? No sabía de quien era porque la nota no estaba firmada.

Primero lo abriría y luego iría a preguntar de quién era.

Lo abrí y me encantó, era un vestido blanco, con flores amarillas abiertas y hojas verdes claras. Era de una tela muy delgada y linda. Tenía un tirante en la parte del cuello y estaba cruzado. El tirante era de color blanco. ¡Ya lo recuerdo! Pero es imposible...

AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora