Capitulo 8

34 2 0
                                    

Después del bastante extraño encuentro con Lea y el chico de rosa, lo único que pude hacer fue salir de mi habitación esperando no encontrarlos afuera. No tuve siquiera el valor para mirar fuera de mi ventana.
Simplemente baje las escalera bastante lento, esperando que aparecieran de un salto frente a mi. Pero no fue así.
Cuando llegue al piso de abajo de la casa, mi tía me miro inquisitivamente
-¿que estas haciendo, chicuela?- me pregunto mi tía.
-no mucho- le sonreí- nada en realidad- y me di media vuelta para volver a mi habitación.
-adolescentes...- escuche murmurar a mi tía mientras volvía a hacer lo que fuera que hacia antes.
Decidí poner la música alta y leer un rato. Comenzaba a gustarme este lugar, hacía frío y era silencioso si no caminabas por la madera vieja.
Termine de leer el libro que llevaba para el viaje y decidí ponerme la pijama, ya eran casi las 9 y no tenía nada mejor que hacer.
~•~
Me despertaron unos gritos, pero esta vez venían de fuera. Decidí asomarme y enseguida me arrepentí ya que me di cuenta que los gritos eran de mi madre, estaba bañada en sangre y le faltaba el pedazo de carne que debería estar cubriendo su cara, debajo del ojo.
-¡aléjate de él!- gritó en cuanto me vio, entonces sentí una presencia cálida a un lado de mi y cuando voltee lo único que pude ver fueron dos centelleos azules antes de despertar de un salto.
El sol ya brillaba cuando en realidad desperté, mi corazón bombeaba rapidísimo y me comencé a marear.
Me levante rápido lo cual no hizo más que empeorar el mareo y camine como pude al baño, después de un rato sin vomitar absolutamente nada decidí darme una ducha.
El baño olía estupendamente cuando salí, pero el hermoso olor a pino y humedad me hipnotizo en cuanto abrí la ventana. Me vestí lo más rápido que pude y baje a desayunar.
-Hola, chiquita- me sonrió mi tía y me puso un plato lleno de huevos con tocino frente a mi, en ese momento mi tío entro sonriéndome ampliamente.
-¡Buenos días!- tomo asiento y mi tía no tardo nada con su plato de comida- hoy iremos a comprare ropa para la escuela, dijeron que puedes llevar lo que se te pegue la gana pero tu tía cree que necesitas vestir como una señorita formal- yo hice una mueca. Recordé como iba Lea vestida, lucia bastante atrevida.
-conozco un par de chicos, no creo que se use un estilo muy formal en la escuela- ambos me miraron impresionados.
-vaya, pero si llevas 2 días en este lugar ¿cómo es que conoces gente?- dijo mi tía tomando también asiento.
-cuando visite la escuela una chica me saludo junto con sus amigos, eso es todo- no era del todo una mentira.
-esta bien, pero igual necesitas mas ropa de la que tienes- me sonrió- además, creo que nadie te había dicho cuanto dinero tienes- se levanto de la mesa, me impresione de lo rápido que termino de comer. Después note que ni siquiera había tocado su comida.
-no comprendo lo del dinero- le dije mientras tomaba mi primer bocado.
-oh, querida- intervino mi tía- de alguna extraña manera tu madre tenía mucho dinero, que ahora es tuyo- tomo un poco de jugo y comenzó a comer.
-exactamente- dijo mi tío mientras con disimulo, tratando de ser discreto tiraba el contenido de su plato en la basura, yo arquee una ceja.
-pues entonces vayamos de compras- ya había terminado la mitad de mi comida y estaba satisfecha así que me levante de la mesa.
Mi tía se quedo sentada mientras seguía comiéndose sus huevos tranquilamente.
-¿no vas a ir, tía?- le pregunte mientras caminaba al fregadero bastante viejo y feo para dejar mi plato.
-oh, vayan sin mi- me miro un instante con una sonrisa en el rostro- aun hay bastantes cosas por hacer aquí en la casa-.
-cierto, también tenemos que comprar bastantes refacciones, Laila- me dijo mi tío mientras tomaba las llaves de su camioneta- más vale que nos demos prisa si queremos llegar temprano a casa- beso a mi tía cuando paso a su lado y camino rápidamente hasta la puerta, yo lo seguí igualmente rápido.
Cuando salimos de la casa comenzó a llover pero mi tío no se detuvo. La camioneta comenzó a avanzar rápidamente y yo alcance a ver unos cuantos mechones rosas pasando a toda velocidad por delante de nosotros.

azul neónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora