Capítulo 10

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Capítulo 10, reporte y problemas en casa. 


"Entonces, tenemos que ir a Santa Mónica." 

Dijo Grover en voz alta al grupo. Los cuatro ya estaban nuevamente en un tren rumbo hacia Denver, la oscuridad de la noche ya había inundado el cielo entero y detrás de ellos las luces de Saint Louis City los despedían. 

"Así es, no podemos rechazar la citación de un dios y menos si quiere darte regalos, además es tu padre Percy, tienes que ir a verlo..." 

Dijo Boruto mientras bebía su café, por su parte Annabeth asentía ante los dichos de su hermano, sin embargo Percy no se veia tan convencido. Aun así mantuvo silencio pues no tenía de otra, una parte de él también le interesaba conocer a su padre. 

"Bien niños, mañana a la mañana llegaremos a Denver. Duchense y vayan a la cama. Posiblemente aquí sea el ultimo lugar donde dormiremos cómodamente." 

Dijo el rubio mientras se dirigía hacia su camarote. Este había sido un largo día y tanto él como los campistas se habían ganado su merecido descanso... 

Cambio de escena, sueño de Boruto. 

Al igual que el otro día, un sueño extraño ocurrió en la mente del rubio. Sin embargo este fue distinto al anterior. No veía nada, solo podía escuchar dos voces que juraría que ya había escuchado antes. 

"Entonces es verdad... Inexistencia está volviendo..." 

Dijo la voz desconocida. Un silencio incómodo inundó el lugar más escucho como luego de unos segundos otra voz le respondió a la primera. 

"Asi es, él esta volviendo y esta vez tendrá una forma física..." 

"Mierda [Nombre inaudible] esto es serio..." 

Dijo con impotencia la primera voz. 

"Lo sé mi viejo amigo, realmente lo es... incluso con el sacrificio de la energía vital de esos tres no logramos evitar el regreso de ese bastardo. Solo lo frenamos por unos cuantos miles de millones de años." 

"Miranos Caos... ¿Qué diría mi esposa de mí ahora?" 

Dijo con melancolía la segunda voz a lo que al ahora revelado Caos hablo. 

"Ella, Ymir y Ra sacrificaron sus vidas para que tú y yo siguiéramos aquí. Con lo que quedó de ellos creamos diferentes universos, la energía de Ra dio vida al universo Egipcio, la de Ymir al nordico y la de tu esposa al Sintoísta, por mi parte di un tercio de mi fuerza para crear el universo greco-romano." 

"Amigo, me temo que solo quedamos dos de los cinco fragmentos de existencia y yo no estoy en toda mi fuerza. Me temo que no podremos ganarle a la inexistencia esta vez." 

Esta vez, Caos fue el que sonó deprimido. 

"Lo sé... pero no me voy a rendir tan fácil..." 

Dijo con furia la voz desconocida. 

"Yo tampoco lo haré amigo mio pero tenemos que idear algo y tiene que ser rápido. En el mejor de los casos Inexistencia romperá su prisión en unos millones de años y en el peor solo lo hará en diez mil." 

"Caos... juro por mi esposa que incluso si tengo que dar mi vida, nada de eso va a pasar. No permitiré que todo sea destruido, moriré antes de ver eso ocurrir." 

Dijo firmemente la voz desconocida. 

"Bien, si queremos ganar tendremos que armar un plan. No podemos fallar, no otra vez..." 

"Lo se y no lo haremos. Esta vez su muerte será definitiva..." 

Fin del sueño, cambio de perspectiva. 

El frío hijo de AteneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora