CAPITULO 1

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ADAM

- Ese es el trato Hoffman - habló el voz de ratoncillo que miraba desde la ventana de su automóvil, sólo me límite a sonreír de lado de manera desafiante, mientras este se limito a sonreír mostrando los pocos dientes normales qué tenía, que asco pensé.

¿A quién carajos se le ocurre ponerse dentadura de oro? Claro, solamente al archimillonario de Ritcher Dominik, que gastaba su dinero en tonterías, mientras que otros daban su vida para sobrevivir en la pobreza.

Este hombre me trae hecho un lío, hace más de dos años que había logrado deshacerme de él y de toda su bolita de lame botas que dicen ser sus "amigos", mi más grande error: haberle pedido 500 mil dólares prometiéndole pagarle más pronto posible, consejo de la vida, no creer en un chico de 17 años de edad, con aspecto de niño bueno con las esperanzas de sobrevivir en este cruel mundo.

Jamás creí poder convencer a alguien de prestarme esa cantidad de dinero, pero hablamos de un traficante de drogas, vio algo dentro de mí que le serviría y acepto, dejándome como condenada una vida llena de adrenalina, escapando de todos, hasta que decidí desaparecer por segunda vez, dejar su peligroso negocio a un lado, para poder vivir bien, aún así las cosas nunca salen como uno lo planea.

Todo mi esfuerzo ... tirado a la basura, creí que mi plan de hace dos años había funcionado y que jamás me lo volvería a encontrar, hasta el día de hoy que se cruzo nuevamente en mi camino, proponiendo el peor o mejor de los tratos que alguien pudo haberme propuesto ... una carrera de vehículos. ¿El trato? Simple, si yo ganaba era libre sin deuda alguna con él y me dejaría totalmente tranquilo, no volvería a saber de él, pero si perdía, trabajaría en su negocio de drogas por el resto de mi vida nuevamente, sin fugarme como hace años y con cualquier mal paso que diera en el ... no duraría mucho en este mundo.

Tenía que ganar, lo haría ... yo ganaría contra Ritcher Dominik.

- ¿En qué tanto piensas Adam? - reconocería esa voz en cualquier lugar, el claro moreno con rizos me sonreía de oreja a oreja mientras se recargaba en la ventanilla de mi coche - se que soy totalmente irresistible, pero si piensas tanto en mi perderás - comenzó a mover su cabello exageradamente tratando de lucir coqueto.

- Hola guapo - arquee una de mis cejas, coqueteándole de igual manera en una forma burlona a mi amigo, el único y fiel amigo que tenía, desde que tenía memoria, Josh había estado siempre ahí cuando nadie más lo estuvo, ni siquiera mi miserable capellán.

- ¿Estás listo? - sonrió transmitiéndome una gran energía de confianza, aún así con cualquier cosa que me transmitiera, no podía tranquilizarme o pensar de una manera positiva, tenía miedo ... dejar de huir y poder comenzar desde cero. Pero si no le ganaba a este hombre de mierda, mi libertad jamás sería una opción.

- Un poco nervioso, pero estoy listo - mentí.

- Todo saldrá bien amigo, - sonaba tan seguro, deseaba tener su seguridad - sólo confía.

Y miro hacia arriba, donde se encontraban un millón de estrellas brillando por si solas ... pero sólo una resaltaba entre todas ellas ... como te extraño.

- La carrera comienza en 3 ... - una chica de shorts demasiado cortos, para vista de todo el mundo, empezaba a hacer cuenta regresiva para dar comienzo a mi nuevo infierno, sólo anhelaba que esto acabara pronto e irme a casa - 2. ..

- ¡Suerte, amigo! - dijo Josh mientras corría lejos de los carros, juntándose con los demás multitud que veía el espectáculo.

Sí que la necesidad.

- ... 1 - esto apenas comienza - ¡Fuera!

El coche de Ritcher y el mío arrancaron como dos bolas de fuego lanzadas desde un cañón, sentí mi sangre arder mientras conducía a toda velocidad, tratando de alcanzar a Dominik.

Amor al volanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora