CAPITULO 5

24 3 1
                                    

ADAM

Llevaba horas parado en una gasolinera que estaba a unas cuantas horas de California del Norte, ¿Por qué no continuaba manejando? Sencillo, la policía buscaba el auto de la pelirroja.

Al parecer los padres de la chica, al no notar la llegada de su hija a casa se angustiaron y decidieron llamar a la policía para notificarla como desaparecida, recién lo había escuchado en la radio.

La pelirroja salió de casa alrededor de las 7 de la noche con destino a casa de su mejor amiga, una tal "Melanie Becker", para ambas chicas ir de compras al centro comercial — cosa que la pelirroja si ocupaba con urgencia,  su vestimenta no era muy atractiva que digamos, si no tuviera un lindo rostro, ni siquiera me hubiera dado cuenta de su existencia al momento de entrar en su coche, pero era todo lo contrario, su facciones, su rostro parecían tallados por los mismos dioses, era totalmente hermosa... si se bañara estaría un poquito mejor — no sabían nada de ella desde hace más de 8 hrs y no era algo que la chica hiciera comúnmente.

Todo eso lo habían comentado en la radio y ahora me empezaba a preocupar más por la chica, que idiota.

¿Y si regresaba por ella?

Esa pregunta me atormentaba una y otra vez, pero ahora era aún más riesgoso teniendo en cuenta que la policía estaba rastreando en este preciso momento la localización del auto.

"Ábreme, por favor... te lo ruego" — su voz, los sollozos, el medio en su rostro.

Me pegue contra el volante del auto una y otra vez tratando de pensar en otra cosa, que no fuera ella.

Prendí la radio nuevamente buscando una estación para distraerme escuchando música, pero realmente no había buena música, ya nadie sabía de buena música en esta época, si supieran un poco sobre The T-Birds o Metallica no estaríamos tan jodidos del todo, esa si era realmente buena música... definitivamente los 80's fue la mejor época, pero que podía hacer mi generación era absurda con canciones "punchis punchis" moviendo la caderas como si se estuvieran convulsionando, tristemente no traía mi reproductor de música para poner una canción de ellos, cuantas ganas tenía de hacerlo.

Mientras me quejaba buscando de estación en estación, hubo algo que llamó mi atención.

"El joven con apariencia de 20 años que atropello al anciano de 73 años de edad, sigue sin ser hallado por la policía, cualquier información por parte de los ciudadanos, favor de hacerlo llegar a la comisaría, quien lo entregue a la policía será muy bien recompensado por ello" — comentaba la señorita de la radio, dándolo los últimos informes de la hora.

Ahora mi cabeza me taladraba a más no poder, jamás en mi vida había querido llorar tanto, pero el estrés y frustración que sentía en este momento, lo estaba empezando a provocar.

Mi cabeza tenía precio de ahora en adelante— pensé.

Lágrimas traicioneras comenzaron a brotar exageradamente, mientras trataba de ahogar sollozo tras sollozo, sentía que no podía agarrar el suficiente aire para seguir viviendo. Grito tras grito, no podía más, el universo y nadie en este mundo conspiraba a mi favor.

Todo lo que me rodeaba y todo lo que yo hacía, estaba mal, las cosas nunca salían como yo las planeaba, por más que trataba de ver las cosas de una manera positiva, no lo lograba.

Ya no podía...

Tal vez si... ya no existiera, ¿los problemas se acabarían no?

Solté una risa melancólica y abrí la guantera del auto, saque el arma que yo mismo había guardado ahí y una foto se desprendió de ahí.

Amor al volanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora