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Yoongi.

Caminé despacio por el largo pasillo de urgencias tomado de la mano de mi culito fino. Han pasado mas o menos dos días de la coñiza que me metió el güevon de Gustavo y por fin me dieron de alta, lo fino es que no sentía un coño, no siento dolor, bueno quizás sí, pero esos son los agallones.

También han pasado dos días en los que Jimin Francisco es puro amor pa' arriba y pa' abajo. Tan lindo, me hace calditos de papa, juguitos de patilla, me compra mandarinas, me da la comida en la boca, me cura las heridas, está pendiente de mis pastillas, me acomoda la almohada, y de paso es tan considerado que durmió las dos noches conmigo en la colchoneta tiesa de la camilla, me duelen mas los huesos de la columna por haber dormido incomodo que la propia coñacera por la que estaba ahí.

—Luces cansado mi amor, necesitas bañarte y dormir bien.— Mi novio levantó la vista hacía mi brindándome una sonrisa.

—No es nada amor, todo sea por cuidarte a ti para que estes bien.—Se acercó a mí, lo enrollé en un abrazo para caminar hasta la parada de las camioneticas para subir para la casa.

Estaba bastante cansado, últimamente no logro conciliar el sueño a causa de la inquietud por el juicio de mi progenitor. Me preocupa que se la halle inocente de toda culpa y de nuevo venga a joderme mas la existencia.

Por ahora no debería pensar en eso, no si tengo a Jimin a mi lado haciéndome feliz cada vez que sonríe.

...

Llegamos a casa de mi suegra mas sudaos' que bola e' maracucho, porque verga esa subiíta cansa que jode oyó, no que va ahí subiendo hice el ejercicio que no he hecho en diez años. Vi a mi pobre muchachito rojito como marcha chavista por el sol que llevo, es que de verda andamos casi con la lengua afuera, ese sol de las once e' la mañana ya se va poniendo arrecho.

—Ay, ya llegaron.—Atendió la señora Mariela saliendo de la cocina secándose las manos con el delantal.—A buena hora porque la sopa e' costilla ya esta lista, hay que dejarla reposar unos diez minutos y ya.—Anunció sentándose frente a nosotros.—Coño chico, van a ser las doce y Gustavo nada que llega con las guayabas para hacer el dulce vale, y eso que le dije.

—Ah suegra pero no se preocupe si quiere yo voy y bajo aquí a la bodeguita de Don Clavijo y compró alguito para hacer jugo.—Ofrecí levantándome de mi asiento para irme de una vez.

—No vale chico, quedese quieto que eso es trabajo del mario' mio, pero nada que llega ese coño e' pepa.

—Jum yo creo a usted le están haciendo las empanadas de cabra oyó mami. —Salió Jay de travesia con la jeta mas grande que la tapa e' la poceta.

—Pero estas viendo que tu si eres integrante muchacho güevon, me provoca meterte es un lepe. — Jimin se metió como todo el tiempo, es que eso es así, Jay respira y Jimin ya le quiere caer a coñazos.

—Ah pues, se me callan la boca los dos, no les da pena que está mi yerno bello aquí, todo el tiempo con la grisapa, surrones. — De verdad que me puse coloraito, cuando la Doña Mariela dijo eso.

—Umjum, mami a ese tu lo ves pero ese es mas gritón y obstinao'. —Me miró indiferente y le saqué la lengua.

...

Después de almorzar y terminar esperando a que Gustavo el padrastro, no Gustavo mi papá. Bueno esperamos a ese chamo y más atrás nos calamos el regaño que le pegó doña mari, casi lo soba del tiro.

Estabamos todos sentados en el porche de la casa, mi mamá que había llegado no hace mucho, Gustavo que andaba mecaniqueando el carro, Jay porque es chismoso, Doña Mari, Jimin sentado en mis piernas y obvio yo; escuchando los cuentos de las dos mayores.

¡Marico Enclosetado!  ⌔  YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora