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De hecho, a Ruth le resultó fácil la clase de Herbología el segundo martes del año escolar. Lo que se les asignó fue bastante fácil, pero Ruth todavía se sentía muy feliz de poder hacer algo bien.
—Esto es divertido—dijó Ruth mientras cortaba un poco de Fluxweed de su planta.
Casper se burló. —Literalmente estamos cortando césped, Rue, es aburrido.
Ruth tarareó en respuesta, sin dejar de agregar más Fluxweed a su pequeña pila. Era mucho más pequeño que el de Casper, ya que estaba decidida a ser cuidadosa y precisa.
Los ojos de Ruth recorrieron el invernadero y se posaron en Fred, que parecía estar mirándola ya. Él le envió una sonrisa persistente, sin tratar de ocultarla. Eso hizo feliz a Ruth y ella le guiñó un ojo.
—Todos pueden ir a almorzar temprano— anunció la profesora Sprout a la clase, y obtuvo una respuesta muy alegre. —Ruth, ¿podrías esperar aquí querida?
Ruth le lanzó una mirada a Casper, aunque sin sorpresa. Esperar después de la clase de Herbología para hablar con su profesora se estaba convirtiendo en algo semanal para Ruth.
—Ahora Ruth—comenzó Sprout una vez que el invernadero se hubo despejado. —¿Cómo estás?.
—Bastante bien— respondió Ruth. Se estaba preparando para lo peor, otra charla estimulante de Sprout que sabía que probablemente no funcionaría. —¿Cómo está, señorita Sprout?
—Bien, gracias—Sprout sonrió maternalmente. —Ahora soy consciente de que usted y el Sr. Weasley ya no tienen el mismo período libre los miércoles, pero espero que aún encuentren tiempo para reunirse y trabajar en sus calificaciones.
Ruth asintió con una sonrisa. Sprout no tenía idea de lo que sucedió el año pasado y que Fred no había enseñado a Ruth en meses. Sin embargo, Ruth no dijo nada al respecto, por lo que a la profesora de Herbología sabía, esas sesiones de tutores nunca se detenían.
Sprout le dio permiso para irse y Ruth agarró su mochila antes de hacer eso. Casper la esperó fuera del invernadero y comenzó a acompañarla al Gran Comedor.
—Ella solo estaba preguntando por las clases de tutores—dijo Ruth cuando entraron al castillo.
—¿Pediste un nuevo tutor?—Preguntó Casper. Cuando Ruth negó con la cabeza, él gimió. —Fred está obteniendo algo de este trato que ustedes dos hicieron, pero no es así. Tienes que hacer algo al respecto, Rue.
—Deja de preocuparte por eso—le dijo Ruth mientras caminaban hacia sus asientos habituales en la mesa de Gryffindor. —Está bien. Fred y yo estamos hablando de nuevo...
—¡Oye Ruth!—llamó el tema de su conversación desde la mesa de Gryffindor. —Ven a sentarte con nosotros.
Casper le estaba enviando a Ruth miradas de confusión, pero Ruth las ignoró, moviéndose hacia Fred. Ella se sentó frente a él, con Casper sentado a su izquierda.
