02.La Familia

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No podía creer lo que estaba pasando. No podía creer lo que estaba presenciando.  

Sin pensar en la audiencia que tenían bajo sus pies, tomó del cuello al Rey Imperial del Imperio Solari, y le grito en su cara como había hecho antes ya tantas veces. 

-¿QUIÉN MIERDAS TE CREES QUE ERES? – Los gritos de asombro no faltaron. La actitud que estaba tomando el emperador, era de pena de muerte. Podía ocasionar una guerra misma con el Imperio vecino, si seguía con esas actitudes, y eso no favorecería al reino. Katsuki le arrebato con fuerza el documento, y lo abrazo como si su vida dependiera de ello - ¿TIENES UNA IDEA DE LO QUE ESTAS HACIENDO? ¡TU MALDITO PUEBLO DE MIERDA NO SERÍA NADA SIN ESTE MATRIMONIO! ¡TU ME NECESITAS! 

-Me alegro de su presencia, su majestad – Dijo sin perder la compostura el joven peliverde, tomando las manos del Rey con las propias, buscando que soltara su agarre – Tal y como me lo pidió, rompo el compromiso que ata a nuestros pueblos – Izuku sabía. Él sabía bien que un Omega no podía ocupar el papel de Rey Imperial. Él era, por nacimiento, una Luna; más al no tener una pareja, y al ser él el heredero al trono... Tuvo que ocupar un lugar que no le correspondía. Con Katsuki no hubo problema; él era un Alfa dominante. Los Imperios vecinos no estaban de acuerdo, y esperaban cualquier oportunidad de fusionar Solari, con cualquier otro Imperio. Esto no lo hubiera permitido su madre; mucho menos su padre. Por ello, insistió tanto con Katsuki todo el último año. Ahora que tenía la propuesta de matrimonio de parte del príncipe heredo, Shoto Temper, del Imperio Temper, de la dinastía Todoroki... Ya no necesitaba al Imperio Sombra. Aprovecho ese dolor en los ojos granate, para arrebatar el papel de la mano libre de Katsuki, y pese a que su cuello dolía como el infierno, y la falta de oxígeno se hacía presente; lo posicionó frente a su rostro y tiro de él con furia.  

El compromiso se rompió.  

El caos que hubo después fue indescriptible, pero lo que más alarmó a la gente, fue ver como su Rey caía de rodillas, y golpeaba su pecho repetidamente. Con la cabeza gacha, buscando ocultar sus lágrimas rabiosas, el Rey Imperial del Imperio Sombra, dejó ir a su antes prometido. 

En el momento en el que Izuku dejó su reino, también lo hizo su corazón. El vacío no se hizo esperar, al igual que el dolor.  

…  

Kirishima no dudo en perseguir al lobo de pelajes verdes.  

Transformado el mismo en su figura lobuna, lo persiguió con desesperación. No habían pasado al territorio de Solari todavía, por lo que había una pequeña oportunidad de capturarlo, y así... bueno, el capitán de la guardia real no había pensado bien en que hacer después. 

¿Dárselo al Rey? Eso aseguraría una guerra. La pasada no fue que digamos, la más sencilla. Pese a que el Imperio Sombra unió fuerzas con Solari; habían perdido demasiado armamento militar, fuerza, y soldados. Solari apoyo con su militaría mágica; magos blancos, brujas y hadas, fueron las que pelearon espalda con espalda junto a los lobos mejor entrenados de todo el reino. Sin su gente, el Imperio Sombra estaba desprotegido, y Solari seguía con gran parte de sus seres mágicos... Una guerra sería el fin para el Imperio Sombra.  

Por azares del destino, el rugido de un animal no-híbrido resonó por todo el bosque. El pelirrojo aprovechó la distracción, para saltar sobre el fugitivo, provocando la transformación de ambos. 

-Eijirou – Suplico el peliverde en su forma humana. Aquel velo que usaba sólo era una fachada para ocultar sus verdaderos sentimientos. Se veía roto; las lágrimas resbalaban de sus mejillas, cayendo al pasto frío bajo de ellos. Sus ojos jade se veían casi opacos. Kirishima se sintió sucio, después de haber tan siquiera pensado en secuestrar a su antes amigo – Por favor, déjame ir... Por piedad  

El Rey Imperial (KATSUDEKU MEDIEVAL OMEGAVERSE AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora