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El barco se mecía con suavidad y se escuchaba el agua golpear con cariño al gran barco.

Todos dormían con profundidad en camas muy cómodas, pues se trataba de un barco de clase alta que solo pocos podían gozar de él.

Una pequeña gata blanca subió las escaleras, aún estaba un poco oscuro, pero quiso levantarse temprano para poder ver el amanecer y ver qué tan increíble se veía el mar, según ha escuchado.

Era algo pequeña, ni de puntitas podía lograr ver por el borde del barco y eso le generó gran desesperación, no quería perderse ni un solo minuto del amanecer. Vio a todos lados esperando encontrar alguna caja o algo que pudiera utilizar para subirse y alcanzar, pero no había nada a la vista que la pudiera ayudar.

Seguía tratando de poder alcanzar, incluso trataba de subirse, pero no lograba hacerlo. Volvió a su postura normal rindiéndose por completo, incluso se sentía molesta que solo se cruzó de brazos.

En eso, sintió unos brazos tomarla y sus pies dejaron de tocar el suelo. Era su hermano que la cargaba para que ella pudiera ver el amanecer.



– Tranquila, Vanny. – mencionaba – Pronto crecerás tanto como yo y podrás ver esto por tu propia cuenta.

– Gracias. – sonreía la pequeña.



Juntos admiraban el amanecer. La pequeña abrió aún más los ojos quedando impactada por la bella vista, de cómo el mar se iluminaba por los rayos del sol.

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La Capitana se acercaba al borde del barco con los brazos cruzados, mirando el amanecer frente a sus ojos. Aun disfrutaba de verlo, como si fuese la primera vez, pero esta vez lo sentía algo extraño, pues siempre lo veía con su hermano.

Sintió una mano en su hombro, miró a su derecha y ahí estaba Jehan. Ambos se sonrieron con ternura y juntos miraron el amanecer abrazándose de lado, mientras que ella recostaba su cabeza en el hombro del gato recibiendo un pequeño beso en la frente.



– Buenos días. – bostezaba el cocodrilo al terminar de subir los escalones – ¿Todo en orden, Capitana? – subió las otras escaleras para irse al timón.

– Todo en orden. – sonreía – ¿Los demás?

– Ya estamos acá. – respondía el plateado subiendo con los demás – Frescos como la mañana. – decía muy alegre.

– No tanto. – mencionaba el albatros quejándose – Mi cabeza me duele...

– Estoy igual que Silver. – mencionaba feliz el azulado – Tails ya viene en camino.

– Entonces es hora de seguir. – miró al gato y le guiñó el ojo.

– A la orden, mi Capitana. – le sonreía coqueto regresándole el guiño – ¡Preparen velas! – ordenaba el primer oficial – ¡Ya pronto llegaremos a Londres!









Song of the Ocean ~ Shadonic (2° temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora