CAPÍTULO 2.

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IDENTIDAD

Pienso que cada uno de nosotros, como seres humanos, anhelamos una identidad, algo que nos transmita cierto nivel de seguridad en cuanto a quiénes somos.

De hecho, creo que es precisamente por eso que pasamos la mayor parte de nuestra vida, obsesionados con los estímulos del exterior.

Por el simple hecho de que solemos colocar nuest ra identidad en las cosas exteriores.

En lo que hacemos, en lo que sabemos, en lo que poseemos, en lo que se dice de nosotros. Lo cual es una ironía.

Crecí gran parte de mi niñez y adolescencia, escuchando opiniones y comentarios sobre lo que los demás pensaban y por consiguiente; decían sobre mí.

Desde muy pequeña empecé a adaptar a mi personalidad lo que la gente decía y suponía que yo era.

Incluyendo sueños, gustos, manías y demás. Me acostumbré a comportarme como el otro suponía que yo era, o que debía ser.

Hasta que, tiempo más tarde, me di cuenta de que durante más de quince años me estuve identificando con algo que no era, y peor aun, con algo que no quería ser.

Desde el momento en que nacemos y comenzamos a hacer uso de razón, la sociedad intenta meternos a la cabeza aquello que a ellos les enseñaron que era lo correcto y que se debía ser.

Cómo uno debe comportarse, qué uno debe creer, qué debemos hacer, cómo debemos pensar, cuales cosas decir, a qué dedicarse, en qué emplear el tiempo, y un montón de otras cosas más, que, por supuesto, muchas veces lo hacen con las mejores intenciones.

Sin embargo, de esa manera empiezan a implantarnos esa identidad que les han programado a ellos, basándose en las creencias de quienes les precedieron.

Estableciendo así cómo debemos pensar, sentir y actuar.

En otras palabras, quiénes tenemos que «ser».

Es por eso que he decidido hacer este capítulo, basado en lo que es la identidad, según mi perspectiva, y cómo desde muy pequeños nos han enseñado lo que debe ser nuestra identidad.

Antes de seguir, toma solamente lo que te sirva y con lo que sientas que conectas, el resto, puedes dejarlo y seguir con tu vida muy normal. Si de alguna forma sientes que no conectas con lo que compartimos aquí, no pasa nada, puedes seguir buscando información por otras fuentes, donde sí sientas que conectas.

Si de lo contrario, has elegido continuar con la lectura, entonces perfecto.

Una de las cosas que noté que nos han inclulcado desde que tenemos uso de razón, ya sea de manera consciente o inconsciente, es que tenemos que hacer y tener, para luego entonces poder llegar a ser.

Si no hacemos esto, si no tenemos aquello, no somos «nadie».

"Estudiar para llegar a ser alguien en la vida."

"Trabajar para llegar a tener algo en la vida."

En otras palabras, lo que intentan decir es esto: «Tú no eres nadie y no tienes nada, pero puedes llegar a ser alguien y tener algo dependiendo de lo que hagas.»

LA VIDA EN LETRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora