Cap 19.

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Min salió del baño mientras secaba su cabello recién lavado.

- Has despertado, - lo miro, - han traído el desayuno.

- Si, primero me aseare, - Jun bajo de la  cama y tomó algo de ropa.

Min se quejó por el dolor en su espalda pues sólo estaba acostumbrado a dormir cómodamente, pero el sabía que Jun era alguien muy tímido así que no lo obligaría a cumplir sus obligaciones como esposo pues en el contrato nunca se comprometió a eso y mucho menos lo obligaría.

Min bajo un momento a la recepción, hablo con la recepcionista y pidió otra habitación.

- Lo siento señor Park, - sonrió con falsedad, - Pero todas nuestras habitación es están ocupadas.

- Pero yo necesito una habitación, - repitió, - y ¿No habrá alguna que se desocupe más tardar esta noche?

- No, como le he dicho y vuelvo a repetir, todas nuestras habitación es están ocupadas.

Min suspiro con pesar y se fue de allí con ya gran decepción al no encontrar algo disponible, en sus planes no estaba tener ningún viaje de bodas.
Al llegar a la habitación se encontró con Jun quien estaba de espalda viendo un programa en la televisión.

- ¿Has desayunado? - pregunto con interés.

- Aún no, - bajo la mirada, - no me gusta desayunar sólo, por lo regular siempre es Saeng quien me hace compañía, por eso te espere.

- Entiendo, iré a lavar mis manos enseguida vuelvo.

Ambos comieron en absoluto silencio y sin miradas, el ambiente era incómodo para ambos, al terminar Jun fue a cepillar sus dientes y después salio sólo para tomar una pequeña mochila.

- ¿A donde vas?, - Le preguntó min al verlo arreglado.

- Iré a dar una vuelta por aquí cerca, quiero tomar fotoa del lugar y conocer  un poco más.

- No puedes ir, - le prohibió, - te puedes perder, tú no conoces este lugar.

- No pienso quedarme aquí encerrado entre estas cuatro paredes viendo sólo a través de las ventanas.

- Lo sé, - Min pareció pensarlo, - yo iré contigo esperame iré por mi chaqueta y algo de efectivo.

Jun lo espero a la entrada de la habitación mientras Min terminaba de buscar lo que quería

- Ya vámonos, - Jun se asustó al sentir la mano de Min agarrando su brazo, - rente un auto para no tener que viajar en taxi.

Al llegar a la salida del hotel Min se percató de que Jun no había dicho ninguna palabra desde que habían salido de la habitación, se dio cuenta de que  lo tenía del brazo así que lo soltó bruscamente, Jun empezó a sobar su brazo pues Min había dejado marcado sus dedos en la medida piel pálida de Jun.

- Sube al auto, - Min abrió la puerta para él.

Una  vez dentro del auto, Min le pregunto a Jun que lugar le gustaría visitar  y Jun respondió que un parque acuático.
Al llegar al parque Min le abrió la puerta del auto a Jun.

- No te molestes en abrir la puerta para mi, - Jun declaró, - yo puedo abrir la puerta del auto sólo.

- Esta bien, - Sólo te pido que no te separes de mi.

- Entendido.

Ambos entraron al lugar y Jun quedó maravillado al ver la cantidad de especies submarinas que habitaban en aquel majestuoso lugar.

- Es increíble - dijo con alegría mientras sus hermosos ojos brillaban al ver un delfín.

- No sabía que te gustaban este tipo de lugares.

- Me encantan, - bajo la mirada, - Pero sólo los  podía ver a través de fotos en Internet.

- ¿Es la primera vez que vienes a un parque acuático? - pregunto con admiración.

- Si, nunca había estado en uno antes, es por eso que te dije que quería ir aún parque acuático.

- Entiendo, ¿que otros lugares te gustaría conocer?

Jun levantó la cabeza de inmediato y miro a Min con una gran sonrisa.

- ¿Lo dices enserio?, - Jun hablaba con alegría.

- Claro que si.

- ¿Podemos ir a un parque de atracciones entonces?

- Si.

Ese día para Min fue el mejor de todos, para el no tenía presio la alegría de Jun, el  sabía que estaba muy mal al sentir esos sentimientos, una voz en su interior le repetía constantemente que: "Sólo es por  un estúpido contrato, y que no se podía enamorar de esa persona a la que sólo utilizaba".

- Min, Min, oyes Min, - Jun estaba preocupado porque Min no le hacía caso, - Min - lo pellizco.

Min grito y sino su brazo, - ¿Porque me pellizcas?

- Por que no me haces casó, desde hace un rato te estoy hablando pero tu no reaccionas.

- Entiendo pero no debiste pellizcarme.

- Lo siento, es sólo que  me desespere porque no reaccionabas.

Ambos salieron de allí sólo para ir a un hermoso restaurante con una vista maravillosa hacia el atardecer, ambos estaban muy callados y sólo se dedicaban a saciar su hambre.

- Es hermoso, - Jun susurro entre dientes mientras su mirada era captada por los rayos del sol y unas nubes viajando.

- Te gusta lo simple, - Min dijo sin más  nada.

- ¿A que te refieres con eso?

- A que a ti no te atrae el dinero, las joyas ni los  viajes.

- Seamos realistas, - sonrió, - el dinero puede comprará muchas cosas pero no es la felicidad, yo siempre he  sido feliz a lado de Saeng, un día lluvioso es perfecto para estar escasa y tomar una  taza de chocolate caliente, un día soleado es perfecto para salir a pasear y divertirse un poco, pero un atardecer es perfecto para ver  lo maravilloso que es nuestro planeta y que muy poca gente ignora.

- Eres realmente increíble, - Tomo un sorbo de vino.

- No, sólo soy alguien simple, una persona como cualquier otra.

- No Jun, - Min lo reprendió - tú no eres como los demás, tú eres alguien con un espíritu de libertad y lleno de bondad.

Jun sonrió antes los lagos de Min.

- ¿Un poco de vino?.

- Si por favor, - Jun extendió su copa.

La noche era joven y ambos lo sabían, ya era casi media noche y ellos aún seguían platicando e intercambiando miradas.
Por primera vez Min sintió que Jun se sentía protegido a su lado.

Al llegar al hotel, Jun se había quedado dormido en el asiento del copiloto, Min se estaciono y lo cargo sólo para llevarlo directo a la habitación reservada y cobijarlo, No sin antes decirle un:
- Descansa bebé.

Matrimonio por contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora