Cap 22.

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- Ahora que pasó Hang, te dije que estoy haciendo un servicio.

- Lo se, pero aquí hay una persona que necesita hablar contigo.

- Si se trata de de Hary dile que no moleste, que le llamo en cuanto termine.

- Bueno, soy Park Jung Min, necesito saber a qué lugar llevo a mi esposo.

- Cuál esposo, no se quien demonios sea usted, yo sólo soy un chofer de taxi.

- Lo sé, y sólo quiero que me diga a donde llevo a mi esposo.

- ¿Como es su esposo?

- Delgado, de cabello negro y lasio, tiene cara de niño y esta como entre los 20 y 23 años.

- Lleve a un joven a un lugar llamado el Ámbar, está cerca de un edificio en la calle Itaewon.

- Se lo agradezco, - Min le devolvió su teléfono al chofer y le pidió que lp llevará al ligar indicado.

- Este es el ligar señor, dijo mientras se estacionaba.

- Podría esperarme aquí, sólo iré por mi esposo y regreso, y no se preocupe que pagaré su servicio.

- Su identificación, - el guarura que estan junto a la puerta lo detuvo.

- Mi esposo esta dentro, sólo iré por él.

- Su identificación

Min sacó su billetera y le mostró su identificación, el guarura quito la cadena y lo dejo pasar, el ambiente estaba lleno de humo y la música estaba muy alta y no podía ver casi nada a causa de las luces.

- Disculpa, - se había tropezado con una pareja tirada en el suelo.

Jun estaba en compañía de un chico un poco más grande, el lo tenía en su regazo y Jun le daba pequeños besos, ambos se encontraban bajo el efecto del alcohol, Min al verlo se lleno de radio y fue directo a él y lo tomo del brazo para después arrastrarlo fuera de allí.

- Sueltame me duele, - Jun se quejaba a causa del hagarre de Min, - ya déjame.

Al llegar al taxi, Min lo obligó a meterse dentro del auto y le pidió al chofer que los llevará al hotel.
Jun se había quedado dormido, antes de bajar pago y tomó a Jun entre sus brazos, la recepcionista al verlo le pregunto si su esposo se encontraba bien y el respondió que si, estaba frente a la puerta de su habitación, le había costado mucho intentar abrir la puerta con Jun entre sus brazos, cuando por fin pudo entrar dejo a Jun sobre la cama y empezó a quitarle los zapatos y la chaqueta.

- Mm.. traeme otra botella, - Jun hablo mientras dormía.

- Es hora  de que duermas pequeña rata, ¿como es que posible que te ayas desaparecido de esa forma?, - como respuesta recibió una protesta por parte del menor, - esto es una  locura no puedes responderme en ese estado, - suspiro.

Min se puso de pie mientras se quitaba la camisa, pero algo lo detuvo, Min volteó a ver y Jun lo tenía agarrado de su camiseta.

- Suelta, - susurro, - Jun sueltame.

Jun lo jalo a él hasta lograr que quedará acostado a su lado, - Min, no me rechaces, por favor, ya no quiero ser rechazado.

- No lo hago, sólo te doy tú espacio.

Jun se abrazo con fuerza a Min y empezó a llorar mientras se aferraba aún más a él.

- Min, por favor, no me abandones como ella, prometemelo.

- Shu... bebé, te lo prometo, nunca  lo haré.

Los efectos del trago estaban apoderados de Jun, y hacian que el hablará sin sentido alguno, Min se estaba empezando a dormir caundo de pronto un peso hizo que diera un pequeño salto del susto.

Jun estaba sentado a orcajadas sobre él, se estaba quitando su camisa y desabrocho su pantalón.

- Jun, ¿que haces?, - Estaba sorprendido por su acción.

Jun empezó a besar el cuello de Min, - sólo cumplo mis obligaciones como esposo, - le susurro al oído, - no te resista Min, se que también tú quieres hacerlo.

- Estas borracho, no sabes lo que haces, - lo empujó y se puso de pie ante él.

- ¿No te gustó?, es por eso ¿verdad?, - Jun había empezado a llorar una vez más.

- No claro que no, sólo que no estás en condiciones y no me aprovecharé de eso, yo te respeto Jun.

- Si me respetaras me habrías aceptado.

- Dormiré en el sofá, que descanses.

Jun lloro durante un rato y mientas avanzaba el tiempo se quedó dormido y con los ojos hinchados, ya caso era medio día y Jun aún estaba durmiendo, Min aprovechó para ir a comprar algunas pastillas pues sabía que la cruda se apoderaria de él, pero antes de salir del hotel, le pidió a la recepcionista que no lo dejará salir del lugar.

Jun se despertó y le dolía terriblemente la cabeza.

- ¡Oh Dios mío!, me siento como que hubieran atropellado, - la luz del sol le molestaba, se puso de pie y corrió las cortinas para dejar la habitación en obscuras, - no vuelvo a tomar nunca más en mi vida...

- Espero que lo cumplas, - respondió Min mientras cerraba la puerta.

- Me asustaste.

- ¿Más de lo que tú me asustaste ayer?.

- Yoo.. - Jun jugaba con los dedos de su pie, - lo siento, - suspiro, - no era mi intención.

- ¿Sólo dirás eso?, - le grito, - parecía un maldito idiota allí afuera buscandote por todos lados y que  tu no respondieras a mis llamadas no ayudaba en nada.

- Tire mi teléfono al lago, - respondió.

- Te das cuenta de lo preocupado que estaba y tú muy feliz de la vida en ese lugar de mala muerte, me estaba muriendo por dentro e incluso Saeng dijo que sino te encontraba el se iba a encargar de castrarme con sus propias manos.

- Actúe sin razón, - empezó a llorar, - no quería causarte problemas, - se sentó sobre la cama.

Min se acercó a él y lo abrazo con fuerza, mientras le decía que todo estaba bien.

- Ten, le entregó la pequeña bolsa.

- ¿Que es esto?, - pregunto mientras agarraba la bolsa.

- Son algunas pastillas para el dolor de cabeza que traje para ti.

- Muchas gracias.

Se safo del hagarre de Min y se sirvió un poco se agua para después proceder a tomarse la pastilla.

Ambos se acostaron sobre la cama, mirándose unos a otros son perder cada detalle de lo que veían.
Poco a poco Min se fue acercando a Jun hasta sentir su respiración, Jun cerró los ojos y su corazón se estaba acelerando.

Por fin Min se armó de valor y rompió la distancia entre los dos, y le dio un beso, primero lento de ahí salvaje, introdujo su lengua en la cavidad vocal de Jun para explorar en su interior.

- Mm... - a Jun se le escapó un gemido.

Min lo tomo de la cintura y lo acercó a él, haciendo que si riera su dureza, ambos gimieron al sentirse tan duros

- Espera, - Jun lo empujó.

- ¿Que pasó?.

- Yo aún soy....

Matrimonio por contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora