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• Una disculpa •


Sojung seguía con la mirada el andar de las dos pelinegras frente a ella, mientras estas caminaban nerviosas de un lado al otro de la habitación. ¿En qué momento se les había unido Eunha? Pues, poco después de que Eunbi confesara su pequeña "broma" a Sojung, su pareja había llamado sintiéndose nerviosa por aún no recibir noticias, por lo que Eunbi había acabado invitándola a venir, pese a que que se tratara de la casa de Sojung y no de la suya.

—¿Pueden dejar de hacer eso? —preguntó, una vez que tuvo suficiente de tal lamentable espectáculo. —Están comenzando a ponerme de los nervios y acabaré echándolas a ambas a la calle.

El par rápidamente se detuvo, volviendo a tomar asiento en el sofá más grande de la sala. Por un momento, la habitación volvió a quedar en silencio. Sojung se permitió suspirar aliviada mientras que su celular sonaba indicando una nueva notificación.

—¡¿Es Yerin?! —exclama Eunbi poniéndose nuevamente de pie dispuesta a acercarse hacia Sojung. Eunha, por su parte, se apresuró a buscar su celular esperando que Yuna se hubiera puesto en contacto con ella también.

—No —mintió, alcanzando a ver la vista previa del mensaje justo antes de que Eunbi llegara a ella. —Es Minho.

Eunbi rápidamente se devolvió a su asiento, dejando salir todo el aire que sus pulmones parecían haber retenido en el momento en el que había sonado la notificación.

"Tienes dos opciones: o filmar la reacción de Eunbi o venir disimuladamente a abrirnos la puerta"

¿Cómo sabía Yerin que Eunbi estaba en su casa? Sojung desconocía la respuesta, pero a sabiendas de que su amiga tenía sus propios métodos, no se sorprendería si la castaña incluso supiera que también Eunha se encontraba ahí.

"Te va a tocar esperar porque yo me rehúso a perderme el circo", Sojung tecleó rápidamente su respuesta y se dispuso a preparar la cámara de su celular de la manera más disimulada que pudo.

Minutos después el celular de Eunbi comenzó a sonar, pero no con un nuevo mensaje, sino con una llamada entrante de Yerin.

—¡Yerin! ¿Hola...? —Eunbi esbozó una mueca mientras escuchaba lo que sea que Yerin le estaba diciendo al otro lado. —Espera Yerin, no te entiendo. ¿Estás llorando? —El celular de Sojung casi se cae de sus manos al oír la pregunta de Eunbi. ¿Qué demonios había montado Yerin? —¡¿Cómo que Yuna ha roto contigo?!

—¡¿Qué Yuna QUÉ?! —Eunha rápidamente se puso de pie acercándose a su pareja intentando oír algo de la conversación.

—Dice que Yuna le ha dicho que no tiene interés en salir con ella, que el haberse olvidado de su cumpleaños y todo el posterior tema con la disculpa la han hecho darse cuenta de que su propio subconsciente le está diciendo que en este momento no está lista para mantener una relación. Que lo mejor es que lo dejen estar y que quizás en un futuro igual puedan volver a intentarlo —Eunbi intentó reproducir las palabras de Yerin en voz alta, sin perder ningún detalle e intentando mantener su propio aliento.

—¿Con el drama que lleva montando toda la semana? —pregunta Eunha desconcertada—¿Ahora resulta que no está en condiciones de tener una relación? ¿Me tomas el pelo?

Eunbi apartó el celular de su oído antes de volverse hacia su novia con el ceño fruncido —¿Cómo carajos hemos acabado así?

—¡¿Y cómo esperas que yo lo sepa?! ¡Fue tu estúpida idea por la que todo esto empezó! —Eunha se defendió, pese a no poder evitar que el sentimiento de culpa con el que llevaba desde aquella tarde, se hiciera aún más grande e incómodo en su interior. —Ahora Yuna cree que todo es un mensaje divino que le dice que mejor se quede sola.

—¿Cómo iba yo a saber que tu mejor amiga es así de idiota? —se defendió Eunbi, olvidando por completo que aún se encontraba en medio de una llamada con Yerin.

—¡Oye no insultes a Yuna! —Eunha rápidamente la defendió. —¡No es su culpa que TU amiga se tome las flores como algo tan literal!

Mientras que el par seguía buscando culpables; Sojung cortó la grabación, retirándose en silencio de la habitación y yendo en dirección a la puerta de entrada.

—La que han liado —comentó, al abrir y encontrarse tanto a Yerin como a Yuna intentando contener la risa. Yerin se apresuró a finalizar la aún activa llamada antes de responder.

—Ellas se han burlado de nosotras primero —se excusó, encogiendo sus hombros con desinterés. —Igual y así aprenden a no meterse con el YeJu.

—¿YeJu? —preguntó Sojung sin entender.

—Nos ha buscado un ship name —explicó Yuna, internamente resignada.

—Ah, sigues con eso —comentó Sojung, recordando que había hecho lo mismo con respecto a la pareja que aún discutía en la sala. —¿Quieren tomar algo?

—Un poco de té estaría bien —Yuna sonrió, ingresando a la casa junto a Yerin, y siguiendo a Sojung hacia la cocina.


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—Me has dado un susto de muerte, ¡grandísima imbécil! —Eunbi se quejaba por enésima vez, mientras volvía a golpear la cabeza de Yerin quién se hallaba sentada a su lado en la mesa de la cocina.

—Casi te cargas mi floreciente relación por una de tus estúpidas bromas —replicó ella con tranquilidad—, considero que te lo mereces más que de sobra.

—Lo siento, lo siento, lo siento —Eunha, por su parte, llevaba más de quince minutos repitiendo la misma frase una y otra vez mientras dedicaba leves inclinaciones tanto a Yuna como Yerin. Sojung se limitaba a disfrutar del espectáculo mientras acababa su taza de té.

—Ya Eunha, —Yuna acarició suavemente la cabeza de su mejor amiga cuando ésta se volvió una vez más en su dirección. —Ya hemos aclarado las cosas y todo entre nosotras vuelve a estar bien. Ya deja de preocuparte tanto.

—Juro que yo no quería ser parte de esto —siguió la mayor, ignorando las palabras de su mejor amiga —, ha sido culpa de Eunbi —insistió, señalando a su novia quien rápidamente emitió una queja hacia ella en respuesta. Queja que, por supuesto, Eunha ignoró.

Luego de un rato más de disculpas, quejas y unos cuantos golpes de por medio. Sojung decidió que había tenido suficiente de tanto drama y con nada de sutileza, echó a sus amigas y sus respectivas parejas de su casa.

El cuarteto emprendió el camino de regreso a sus casas, deteniéndose justo en la esquina en la que debían de tomar caminos diferentes.

—Entonces, ¿sigue en pie lo de mañana? —preguntó Yerin hacia Yuna, quien sonrió antes de asentir en respuesta.

—¿De qué hablan? —preguntó Eunbi al par, quienes se miraron entre sí antes de dar una respuesta.

—No es asunto tuyo —respondieron con burla al unísono, antes de echarse a reír. Eunbi bufó, enojada por el hecho de que se burlaran de ella. Eunha por su parte, suspiró mientras negaba resignada.

—En fin, nos vemos mañana —respondió Yuna, abandonando las risas y comenzando nuevamente a caminar. Las demás también se despidieron y cada una continuó en solitario el resto de camino a casa.





• Maratón 4/5 •




Espero que estén listos para el último capítulo!!

Cariños, Phia.

Freesias [YEJU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora