| 9 |

90 18 1
                                    


• Una crisis •


Si bien el día anterior había prometido no pensar de más en el tema, lo cierto era que Yuna no encontraba manera de estar tranquila. Es por eso que una vez más, se encontraba caminando de un lado a otro de la sala frente a la atenta mirada de Eunha, quien se encontraba sentada en uno de los sofás mientras disfrutaba de una taza de té.

—¿Es normal cargar con estos niveles de ansiedad? —Preguntó, deteniendo su andar un momento para observar a su amiga. Eunha se encogió de hombros.

—Tratándose de ti, no estoy segura de qué podemos considerar como normal y qué no —respondió con simpleza, dando otro sorbo a su té. La castaña le regaló su mejor expresión ofendida.

—Que mala eres conmigo.

—Tu te lo buscas, que es muy distinto —replicó la pelinegra con simpleza, haciendo a la menor soltar un sonoro suspiro.

—Oh vamos, ya te he dicho que no fui a hablar con ellas porque quería una segunda opinión —repitió, no estaba segura de sí por quinta o sexta vez hacia la pelinegra.

Yuna había llegado a casa de la mayor unas cuantas horas atrás, explicando lo acontecido el día anterior mientras se encontraba con sus otras dos amigas. La pelinegra parecía haberse ofendido por el hecho de que la mayor se había aferrado a las palabras de las hermanas como si ellas le hubieran dicho algo diferente a lo que Eunha llevaba repitiendo desde hacía días.

—Y yo ya te he dicho que no estoy enojada —replicó con tranquilidad la de más baja estatura.

—Eunha...

—¿Qué?

—No estés enfadada conmigo.

—No lo estoy.

La castaña suspiró una vez más, derrotada, mientras retomaba nuevamente su deambular histérico por en centro de la habitación.

—Como sigas así dejarás un surco en medio de mi sala —agregó la mayor al cabo de unos minutos de observar a Yuna murmurar cosas sin sentido en su propio mundo de histeria. —Repasemos, ¿qué es lo que le dirás a Yerin cuando la veas?

—¿Perdón por nacer? —Sugirió la más alta, logrando sacarle una carcajada a la pelinegra.

—Bueno, no sé si la conquistes con eso pero que se reirá de ti eso tenlo por seguro —respondió aún entre risas, a las cuales Yuna se unió segundos después. Acabando por tomar asiento finalmente junto a su amiga.

Ambas guardaron silencio durante unos minutos, mirando a la nada. Eunha continuando tranquilamente con su té, mientras que Yuna una vez más hacía lo que ya todas sus amigas le habían recomendado dejar de hacer: pensar.

—¿Crees que todo salga bien? —Volvió a preguntar al cabo de un rato, volviéndose para mirar a su amiga. Eunha, ya habiendo acabado su té, procedió a dejar la taza sobre la mesa de centro antes de imitar su acción.

—Seguro que sí —afirmó con una sonrisa.

—Lo mismo dijiste de las flores que me metieron en este lío...

—¿Quieres que te diga la verdad o que sea una buena amiga?

—Lo ideal sería que hicieras ambas —replicó Yuna alzando ambas cejas, a lo que la mayor simplemente se limitó a alzar los hombros con desinterés.

—Todo no es posible —la picó, poniéndose de pie con intenciones de llevar la taza que había estado usando hacia la cocina.

—Voy a recordar todo esto para el día que tengas problemas con Eunbi —aseguró la castaña mientras la seguía.

—¿Asumes que mi matrimonio tendrá problemas algún día? —Preguntó llevando una mano a su pecho en tono dramático.

—Ma-tri-mo-nio —puntualizó Yuna horrorizada. —Si algún día llego a decir la cantidad de barbaridades que dices tú estando en pareja, por favor mátame.

—Por cosas como esa —señaló la pelinegra apuntándole con su dedo índice, —es que tienes problemas con Yerin.

—Se acabó me retiro —sentenció la castaña, abandonando dramáticamente el lugar.

—¿A dónde? —Preguntó la mayor con sorna. —¡Aún queda una hora para tu cita con Yerin! —Le gritó aún desde la cocina.

—¡Tomaré el camino largo! —Respondió de la misma manera.

—¡Pero si está a diez minutos de aquí!

—¡Déjame en paz! —Gritó por última vez, antes de que se oyera el sonido de la puerta de calle ser cerrada, mientras la pelinegra se limitaba a reír, negando suavemente con la cabeza.

Freesias [YEJU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora