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Minutos después, calme mi llanto y salí del cubículo. Lavé mi cara con agua fría y la seque con papel.
Salí de los sanitarios y choque con mi madre.

—Cariño, ¿Donde estabas? no te encontraba

—Lo siento mamá, me... había quedado encerraba en el sanitario pero por fin logré salir

—Oh cariño, ¿te encuentras bien?

—Si... estoy bien

—Tienes los ojos hinchados, ¿estuviste... llorando?

—No mamá, solo estoy cansada...

—Umm, okey, vamos a sentarnos con William

—...

Caminamos por los pasillos hasta llegar a los asientos fuera de la habitación donde estaba mi padre, William me miró con una cara desanimada, se paró y dijo:

—Meli, ¿podrías acompañarme a las máquinas exprendedoras? se me antojan unas papas fritas

—-mire con mala cara a William pero acepte ir solo para quedar bien delante de mi madre-

—Oye, de verdad siento mucho lo que pasó hace rato, yo admito que los celos me ganaron, se que tu puedes hacer, decir y hablar con quien tú quieras y yo no soy quien para impedirlo... solo que... ese chico no me da buenas vibras y no quería que hables con él pero si tú quieres hazlo, no puedo impedirte eso y que sea tu esposo tampoco lo impide... en verdad lo siento princesa, ¿crees poder perdonarme?...

—...Admito que... estuviste mal... pero... también reaccione mal y... estuve mal yo también... te perdono solo si tu me perdonas a mi

—-sonrio-claro que si mi princesa

William me abrazó de la cintura y me llevo hacia el plantando un hermoso beso en mis labios.

Acto seguido, nos dirigimos a los asientos junto a mi madre y justo llegó Adam

—Familia Roberts, el señor Roberts ya está apto para irse, mañana por la mañana podrán irse a casa tranquilamente, pero... lamentablemente Richard seguirá lidiando con el cáncer por mucho tiempo más asique... si es que llegara a tener nuevos episodios de cansancio o dolores, deberán traerlo urgentemente al hospital para impedir que empeore, es por eso que les recomiendo que se queden aquí en Londres por un tiempo, están más cerca del hospital por si llega a suceder algo.

—Ok doctor, muchas gracias, ahorita... buscaremos un lugar donde alojarnos

—Bien, si quieren, puedo conseguirles una habitación para dos personas en el hotel on the way que es aquí al lado del hospital, un amigo trabaja allí asique será fácil

—Si doctor, sería de grande ayuda, muchas gracias

—No hay de que

El doctor se retiró y nos sentamos en los asientos

—Deben ir a la hacienda, yo me quedaré aquí en el hotel con Richard por si algo llega a pasar, ustedes deben ir a Green Gales y continuar normalmente con sus vidas, los mantendré al tanto de la situación

—Mama no quiero dejarte, necesitarás ayuda con papá

—Hija, estaré bien, si necesito algo te llamaré o tengo a los señores que trabajan en el hotel, ¿si?

—...Bien, pero primero quiero ver a papá

—Bien

Entramos a la habitación y vimos a mi padre leyendo una revista

—Padre...

—Oh hija, ¿como están?

—Bien papá... ¿te contó el doctor lo que pasa, cierto?

—Si lo hizo

—Bien, nosotros con Will iremos a la hacienda y tu te quedarás aquí con mamá en un hotel... quiero que prometas que si necesitas algo me llamaras, siempre estaré para ti en lo que necesites, ¿si? William también está para lo que sea padre, eres fuerte y estás mejorando de esta maldita enfermedad.... te quiero papá

—Hija, gracias, te amo

Abracé a mi padre fuertemente y luego le di un beso en la frente, mi madre y William lo saludaron y salimos de la habitación, nos despedimos de mi madre y salimos del hospital, nos subimos a la camioneta y nos dirigimos a la hacienda.
Eran las 10:38 de la noche, estaba oscuro y estaba lloviendo.
Llegamos a la hacienda y bajamos de la camioneta pero vimos a un señor con un niño pequeño fuera de la casa.

Amor ObligadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora