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Desperté por los movimientos que hacía la cama, era Max saltando en la cama.

—Pequeño, ¿que haces despierto tan temprano?

—Ya es hora de levantarse mami!!

—Max es muy temprano, apenas está amaneciendo, vuelve a dormir

Dijo dándose vuelta y tapándose con las sábanas hasta la cabeza.

—William, el quiere levantarse ahora, vamos, es tu hijo

—Bienn

—Yeiii

Bajamos los 3 a la cocina y senté a Max en una silla, William preparo el desayuno y yo puse la mesa con Max.

Desayunamos los 3 y luego subimos al cuarto.

—Max ven, te pondré tu ropita

—Ok mami

Ayude a Max a ponerse su ropa mientras William se duchaba y alistaba en el baño.

—Hoy iremos a que conozcas los caballos, ¿quieres?

—Siii, ¡¿puedo tener uno para mí solo?! -dijo entusiasmado-

—¿Que tendrás para ti solo?

Dijo William al salir del baño

—Un caballo amor, quiere tener un caballito para el solito

—Estas de suerte campeón, ayer mismo trajeron un caballito bebé, puede ser tuyo si quieres

—Siii, claro que sí!! ¡¿puedo verlo?!

—Por supuesto, pero ponte tus botas que hay mucho lodo

—Ok papi

Los 3 nos cambiamos y alistamos para ir a ver a los caballos.

—Amor, ahora que lo pienso, nunca elegimos un caballo para nosotros

—Tienes razon, umm... yo eligire a esta hermosa y se llamará... Nora

Elegí a una hermosa yegua blanca.

—Buena elección, to eligire a este grandote marrón y se llamará Grandote porque es grandote

Todos reímos por la lógica de William

—Me gustan sus caballos y los nombres pero... ¿y el caballito bebé?

—Oh cierto, Marcos, porfavor, tráeme el bebé

—Por supuesto señor Miller

Uno de los trabajadores del establo, trajo rápidamente un portrillito bebé marrón con manchitas blancas por todo el cuerpo.

—Wow, que bonito que es!

—Si que lo es

—Este será tu caballito, ponle un nombre

—Um ok... se llamará Saturno porque es mí planeta favorito

—Wow pequeñin, en verdad te gusta el espacio

—Claro papa, es muy interesante

—Bien, vamos a montarlos

—Si pero Max, no podrás montar a Saturno hoy porque es muy pequeño todavía, ¿si? montaras conmigo

—Ok papi, no quiero hacerle daño a este pequeñin

—Muy bien campeón

Marcos trajo las montaduras de los caballos y nos preparamos para montarlos y salimos a cabalgar un rato y en eso Max conoció la hacienda hasta que oscureció y le encantó.

—Pequeño, ya es tarde, vamos a casa y cenemos

—Okey mami

Llegamos a casa y William preparó la cena, cenamos y luego subimos al cuarto, le puse la pijama a Max y lo acosté en el medio de William y yo.

—Papi, ¿cuándo tendré un cuarto para mi solo?

—Umm, mañana iremos a comprar las cosas para tu cuarto, ¿quieres?

—Siii, gracias papi

—Ademas conocerás a tus abuelos

—¿De verdad?

—Claro! los padres de tu madre

—Um... pero ¿y si no me quieren?

—Claro que te querrán pequeño, ¿porque no lo harían?

—No lo se mami... pero si quiero conocerlos!

—Debes dormirte entonces, mañana hay que despertarse temprano

—Bien, buenas noches papis!

—Hasta mañana campeón

—Descansa pequeño

Amor ObligadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora