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—Papa, ¿como te encuentras?

—Bien, ayer los médicos dijeron que me encontraba mucho mejor y si sigo así en unos 2-3 meses me recupera por completo

—Papa eso es realmente genial!

—Si señor Roberts, me alegro mucho por usted

—Gracias queridos

—Bueno, Melissa cariño, ¿podrías acompañarme? necesito hacer unas compras e ir al hospital por unas cosas

—Por supuesto mamá

Me levanté de mi asiento y me dirigí al perchero a ponerme mi abrigo y Max justo llegó y me vio alistandome para irme al igual que mi mamá

—Mami, ¿a donde vas tú y la abuelita?

—A hacer unas compras y otras cosas pequeño, ¿Quieres venir?

—Sii, ¿Puedo ir papi?

—Por supuesto campeón, pero obedece a tu madre y a tu abuela

—Claro que si! soy un buen niño!

—-rei-Si que lo eres pequeñín... ven que te abrigo para que no te enfermes

Abrigue a Max, le puse su abrigo, su gorro, su bufanda y sus guantes. Parecía un muñeco de nieve y me dio mucha ternura.
Una vez ya listos salimos los 3 por la puerta y nos dirigimos al hospital primero.

—Hija, me enorgullece verte, comprometida, con un hijo, una familia, esto es tan lindo....

—Gracias mamá, en verdad nunca creí que esto fuera a suceder pero... me alegra que me hayas obligado a casarme con William, es un gran hombre...

—Me alegra que sea William con quién formes tu familia...

—...oye Max no te acerques a ese perro, te pueda hacer daño!

Llegamos al hospital y en recepción nos dieron los nuevos medicamentos para papá.

—Señorita Roberts, ¿cierto? Melissa Roberts

—Um si? soy yo

—Oh claro, déjame presentarme, soy Natalia, te conocí en la página web de la universidad Nacional de medicina del norte, eras de las mejores estudiantes

—Oh-rei leve-si, era yo, gracias por lo de la mejor estudiante

—Si no te molesta... ¿porque no trabajas en el hospital?

—Bueno... tuve unos problemas familiares y ahora trabajo de otra cosa asíque...

—Oh... es una lastima, se notaba tu talento en esos vídeos y fotos...

—Gracias... ya solucionaré esto y volveré a trabajar como médica

—Me alegro por usted señorita Roberts

—Um cariño, se nos hace tarde y debemos ir al mercado aún

—Si, claro mamá, ya vámonos, adiós señorita

—Hasta luego!

Luego de salir del hospital, nos dirigimos al mercado, donde compramos pocas cosas, lo esencial. Como algunas botellas de agua, algunos snaks saludables para mi papá, entre otras cosas. Pocas,en realidad, ya que se alojaban en un hotel y tenían todo servicio allí.
Max se comportó muy bien asique decidí comprarle un dulce por ser buen niño.

Pagamos las cosas y salimos del mercado.

—Gracias por mi dulce mami

—No hay de que cariño, te comportaste muy bien hoy, te lo mereces

—Gracias mami, yo soy un niño grande

—-rei-si que lo eres pequeñín

Caminamos hasta el hotel y al llegar William ya estaba fuera de recepción con la camioneta encendida y las cosas cargadas detrás.

Saludamos a mi madre y a mi padre, nos subimos a la camioneta y nos dirigimos a casa.

Luego de un rato, llegamos a casa y cambié al pequeño Max mientras William preparaba la cena.

Una vez lista bajamos a cenar pasta con tomate y muuucho queso como le gusta a William.

—Papi... tiene demasiado queso...

—Pero, campeón, no puede no gustarte mi comida-puso sus brazos en sus caderas e hizo una cara de enojado-

—-Max rio-Si me gusta solo que tiene demasiado... puedes comerte mi queso papi?

—Claro pequeño, me encanta el queso!

—-Max solo reia-

Comimos la pasta y luego levanté, lavé y guarde todas las cosas que habíamos utilizado.

Subí al cuarto y me puse mi pijama rosa de caballos. Me acosté a un lado de Max y comencé a acariciar su cabello para que se durmira rápido.

Así nos dormimos los tres abrazados

Amor ObligadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora