◕◕ Su mirada hace que mi corazón brinque de pánico, porque justamente esta mirando mis pechos y no mis ojos, inmediatamente me cruzó de brazos tapando un poco mi escote obligando al chico que me mire. ◕◕
- ¡Puf! - rodea los ojos -. Se fue la diversi...
Me mira confundido y por un momento deja de prestar atención a su celular con la llamada, puedo escuchar una inaudible voz através del parlante de su teléfono. Me observa de pies a cabeza como si llevará algo raro conmigo.
— Te hablo luego — pronuncia con gravedad en su voz, y sin esperar a que la otra línea responda corta la llamada para luego guardar su celular en el bolsillo de su chaqueta de cuero.
Al tener su atención intento sonreír pero tal parece que me salió una mueca. Veo como saca de su bolsillo trasero un encendedor y un cigarrillo que es llevado a su boca.
Lo enciende cuidando que el aire no apague la pequeña flama de fuego, al lograr que el cigarrillo prenda le da una calada ahora con la vista fija en mí.
— H-hola — me pongo nerviosa —. ¿Me podría decir en qué lugar me encuentro?
Intenté parecer segura y no nerviosa, pero el latido de mi corazón no me ayudaba en mucho ya que me daba una mala impresión de aquel chico, la vocecita de mi cabeza me decía que no debía de confiar en él y que saliera corriendo lo más pronto posible.
— ¿Te has perdido, linda? — suelta con diversión y clava sus ojos en el escote de mi blusa.
Su mirada hace que mi corazón brinque de pánico, porque justamente esta mirando mis pechos y no mis ojos, inmediatamente me cruzó de brazos tapando un poco mi escote obligando al chico que me mire.
— ¡Puf! — rodea los ojos —. Se fue la diversión.
Musita divertido y como si de un buen chiste se tratara suelta una carcajada nada amable para mí. Cuando se calma vuelve a responder.
— Estás en barrio chino, linda — responde sin importancia, mientras alza la mano derecha para llevar el cigarrillo hacia sus labios delgados nuevamente.
Me observa por escasos segundos dando una leve calada a su cigarrillo para luego expulsar el griseo humo en una exhalación por la nariz. El humo se pierde en la oscura noche por la brisa que le arrastra hacia otra dirección.
Me pregunto ¿Cómo lo hace sin ahogarse?.
Mis vías nasales captan de inmediato el olor a tabaco causando que mi estómago sienta asco con ganas de arrojar. Llevo mi pulgar e índice a mi nariz para evitar que el desagradable olor llegue a mis pulmones y terminé asfixiada.
Hago una mueca disgustada y él logra notar mi desagrado con su sustancia tóxica. Pero parece que mi expresión de asco le da diversión ya que se ríe y nuevamente le da caladas profundas a su cigarrillo.
— ¿Qué hace una chica linda a estas horas de la noche en un barrio peligroso como este? — me sonríe mantuviendo sus ojos fijos en los míos, tanto que me empiezo a sentir incomoda por su intensa mirada.
— ¿Me podrían decir dónde queda el paradero para tomar el taxi?.
Su confusión es muy notable y como si hubiera dicho el chiste más gracioso se ríe nuevamente. ¿Es que acaso dije algo chistoso?
— ¿Puedes dejar de reír? — suelto cansada e irritada acompañado de un chasquido de lengua.
— Nena, por aquí no hay paraderos de taxis. Estás en un barrio peligroso por donde ni siquiera la policía se atreve a pasar.
Responde con el aura divertida, siguiendo con la misma acción de antes con su tabaco.
Pero en que lío me ha metido el patán de mi novio, dejándome sola a mi suerte en un lugar que ni siquiera conozco.
Suelto un suspiro empezando a temer por mi vida, ahora mismo me siento como una inofensiva gacela a merced de cualquier depredador.
— Me he perdido — murmuró por lo bajo sintiéndome pequeña cuando vuelvo a tener sus ojos en mí. Me frotó las manos sobre mis hombros cuando el aire golpea con fuerza.
— ¿Te has perdido? — desborda extrañeza en su vaga mirada y puedo ver como su expresión divertida cambia a una sorprendida. Asiento tímida, porque me siento avergonzada, es algo ridículo que alguien tan grande como yo se pierda.
— Soy nueva en la cuidad — empiezo —. Discutí con mi novio y terminé aquí — suspiré al recordar lo ocurrido hace ya varios minutos atrás.
— Pero venga, que novio te conseguiste - vuelve a su tono de voz divertida y muy al fondo de mí, me dice que se está burlando de mi situación; algo que no encuentro nada de gracia.
Esto es amargo y molesto, solo quiero llegar a casa y ponerme a llorar hasta que mis ojos se queden secos y me quede dormida.
Estoy cansada.
El ambiente se vuelve afligido y tenso para mí, no es divertido que alguien se ría de ti por lo que te ha echo tu novio. Después de aquellas palabras no digo nada más creando un incómodo silencio entre el desconocido y yo, pero tal parece que él no piensa quedarse callado cuando nota mi cambio de expresión.
— Yo te puedo llevar a casa — habló después de haber lanzado el pucho anaranjado de su consumido cigarrillo al suelo. Mis ojos viajan a su rostro y lo observo sorprendida mientras intento hallar algún rastro de diversión en sus ojos, aquellos que son oscuras como la noche, pero simplemente sus ojos me trasmiten confianza y una aura de paz que me dice que sus palabras no mienten y son verdaderamente sinceras.
Hace que mi corazón de un vuelvo de la emoción, por qué siento que me ha quitado un gran peso de encima aunque sea un completo extraño. Me ha dejado algo perpleja y al ver que no respondo decide romper el hielo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.