Capítulo 1 - A ti, dentro de 2000 años

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Esta historia ocurrió en el año 845. Toda la humanidad fuera de los muros fue extinguida por culpa de los titanes, la última esperanza de la vida estaba dentro de las murallas. Un gran distrito llamado Shiganshina era el lugar de residencia de Eren, el protagonista de este relato.


—Te amo, Eren —dijo Mikasa.

Eren era un joven de diez años de pelo oscuro, que se encontraba durmiendo en la sombra de un árbol. En el sueño apareció el rostro de Mikasa, que fue desapareciendo a medida que el chico despertaba. Él estaba recostado en una colina a las afueras del Distrito Shiganshina, una gran ciudad rodeada de muros colosales de cincuenta metros que imposibilitan ver qué había más allá de ellos, solo dejaba divisar el cielo. Su amiga Mikasa, de pelo largo y negro y apariencia asiática, lo despertó bruscamente. Ella portaba una bufanda roja que le envolvía el cuello.

—Eren, Eren, despierta.

—¿Mikasa? —se preguntó Eren, extraño.

—Debemos regresar a casa, ya es muy tarde.

—¿Qué haces tú aquí? ¿Te ha crecido el pelo?

—¿Estabas durmiendo tan profundamente como para soltar una tontería como esta? —le preguntó Mikasa, mostrando un rostro confuso.

—Siento que he tenido un sueño muy largo, ¿sabes? Pero no consigo recordar de qué iba.

Mikasa estaba levantada, reposando en su espalda el canasto con la leña que estaban recogiendo antes de que Eren se quedara somnoliento. Él hizo lo mismo. Una vez se levantó, Mikasa se giró hacia él, extrañada.

—Eren, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?

—¿Eh?

Eren alzó la vista al cielo y vio el vuelo de un pájaro de tonalidad verde ceniza, que atravesaba el Muro María y entraba en Shiganshina. Eren contempló el ave, que volaba libre por el cielo azulado.

—¿Por qué te adentras dentro de los muros? Debes ser libre, no como nosotros.


Fuera de los muros se encontraba el Cuerpo de Exploración, uno de los tres organismos en el que se dividía el ejército, realizando una de las muchas expediciones fuera de los muros. Estos se encargaban de explorar el exterior, donde los humanos no podían ir debido a la existencia de los titanes, unas criaturas bípedas muy parecidas a los humanos pero con dimensiones deformes en sus cuerpos. Keith Shadis, comandante del Cuerpo de Exploración, lideraba a sus soldados a pelear con los titanes. Todos ellos iban montados a caballo y con un excelente equipamiento. También poseían armas, como el famoso Equipo de Maniobras Tridimensional.

—Compañeros, ¡preparaos para la batalla! —gritó Shadis—. ¡Tenemos un objetivo! ¡Inmovilizadlo, aunque sea la última cosa que hagáis!

Todos los reclutas se separaron y, junto a sus caballos, se adentraron en un bosque de los Árboles Gigantes repleto de titanes. Moses vio acercarse un titán.

—¡Distancia con el objetivo 400 metros! Viene hacia nosotros.

—¡Dividíos en cinco grupos como hicimos durante las maniobras! —indicó Shadis—. Nosotros haremos de señuelo.

—¡Distancia con el objetivo 100 metros! —exclamó Erwin.

Shadis alzó sus cuchillas y se preparó para el enfrentamiento.

—¡A todos los escuadrones de ataque, adoptad la táctica tridimensional! Arremeted desde todas las direcciones a la vez.

Todos los soldados lo imitaron, dejando descubrir las cuchillas escondidas en su uniforme y salieron disparados del caballo gracias al Equipo Tridimensional de maniobra, una herramienta de movilidad que permitía moverse libremente por cualquier superficie y en cualquier inclinación. Gracias a su increíble movilidad, podían surcar el bosque a una gran velocidad.

Shingeki No Kyojin: Sin la CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora