Capítulo 16 - Estrategia decisiva

138 11 1
                                    

Una criatura marrón se alzó ante ellos, ante los exploradores de la isla de Paradis. Algunos de ellos tuvieron el placer, o no tanto, de avistarlo en el ataque a Shiganshina, pero para otros era la primera vez que veía con sus propios ojos al Titán Bestia.

—¿Cuáles son las órdenes, Erwin? —preguntó Levi.

Erwin se quedó ahí parado, mirando a los ojos al Titán Bestia, quien hacía lo mismo. Sin nadie esperarlo, a su izquierda asomó el Titán Carguero. Erwin y Levi, que eran principalmente los que sabían de esa operación, se quedaron perplejos al ver a aquellos dos titanes ahí. ¿Dónde están ellos?, pensó Erwin. Hace ya muchos minutos que enviamos a Hange, Moblit y parte del Escuadrón de Levi a intentar localizar a estos dos titanes, que eran los únicos que no sabíamos dónde se encontraban. Pero si no los han encontrado, ¿cómo es que aún no han vuelto...?

Hacía varios minutos, cuatro soldados partieron a la parte sureste del bosque, a la izquierda de la ubicación de Erwin y el resto. La líder de escuadrón Hange Zöe, junto a Moblit Berner, Gunter Schultz y Erd Gin, estos dos últimos pertenecientes al Escuadrón de Levi, se les encomendó la misión de intentar localizar a los dos titanes enemigos restantes. Ellos se movían a gran velocidad gracias a los cables de acero del equipo, por lo que la inspección del terreno estaba siendo eficiente, pero todo se torció cuando uno de ellos vio lo que parecía ser el cuerpo de un titán.

—Capitana Hange —le avisó Moblit—. Fíjese ahí.

Hange, que se convertía en una persona obsesionada e hiperactiva cuando de titanes se hablaba, no dudó un instante en ver de qué se trataba eso. Desde que partieron de Shiganshina, no habían visto a ningún titán en todo el trayecto, por lo que ella se extrañó al ver lo que parecía el cuerpo de un titán. Gunter y Erd también escucharon lo que decían, pero ellos estaban más atrás que ellos. Lentamente se iban acercando hasta que Hange logró descubrir lo que era. Desde la posición donde lo observaba recordaba al cuerpo de un titán, pero muy diferente al resto. Este se encontraba debajo de un árbol, solamente veía sus pies y parte de su espalda, pero no era nada común. Aproximadamente medía alrededor de los cuatro metros, pero era más alargado que el resto. Hange entonces se dio cuenta de que se podría tratar del Titán Carguero, aquel que era pequeño pero veloz. 

Hange estaba dos árboles por detrás de él, queriendo hacer el menor ruido posible para intentar interceptarlos. Empezaron a caminar con lentitud hasta que llegaron al árbol correspondiente, Hange era la que iba delante de ellos. Justo al llegar al otro lado del árbol, Hange quedó maravillada por ver el cuerpo del titán, jamás había visto uno igual. Los cuatro se fijaron en el titán, era exactamente como Reiner había descrito que era. ¿Cómo puede ser que no haya notado nuestra presencia?, se preguntó Moblit. Es extraño que estemos detrás del titán y...

Moblit estaba preocupado, el titán que se les había encargado encontrar lo tenían delante de ellos, pero él notaba algo extraño. Hange estaba muy cerca del titán y, como había pasado en otras ocasiones, ella perdía la razón de ser y se obsesionaba con los titanes. Esto hizo que ella quisiera acercarse todavía más, haciendo que finalmente tocara al titán. En ese momento, solo Moblit fue capaz de ver que encima de ellos, de una de las ramas, una joven de pelo moreno se abalanzaba sobre Hange. Ella rápidamente mordió su mano y se convirtió en el Titán Carguero.

—¡Hange! —gritó Moblit.

—Eh... —murmuró Hange, desconcertada.

El Titán Carguero empezó a abrir la boca, pero antes de llegar hasta Hange, Moblit se impulsó con el EDM3D y logró hacerla rodar varios metros hasta impactar contra el siguiente árbol, quedando él en su posición. Así fue como Moblit Berner, el asistente de Hange y último integrante del escuadrón original de ella, se sacrificó por la líder. Después de morderlo, Gunter y Erd se acercaron al titán para intentar matarlo, pero como era tan rápido y jamás lo habían visto en acción, los logró matar sin que tuvieran tiempo de actuar: era impredecible. El Titán Carguero se volteó y se quedó mirando a Hange, a punto de atacarla, pero en lo alto de una rama se encontraba Zeke.

Shingeki No Kyojin: Sin la CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora