Paso 6

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[...]

Gana su confianza.

Yo creo que en este paso voy por adelantado, al menos un poco.

Ahora, Naruto se ha abierto sentimentalmente más a mi, me cuenta de sus frustraciones y cosas que lo atormentan al momento.

Ya sea si un niño se le quedó viendo feo en la calle, hasta un problema familiar.

Y eso, en verdad me pone feliz.

Pero no le había preguntado directamente si confía en mi, y realmente creía que no, no fue hasta que en la escuela hicimos justamente un ejercicio de confianza.

Lo cuál es raro, pero me dejó satisfecho.

Les cuento.

Estábamos nosotros con normalidad en la clase de educación física, pero realmente comenzó raro.

Nos dijeron que nos colocaramos con algún amigo cercano o en el que confiemos más.

Naruto y yo nos reunimos casi al momento, o eso me gustaría decir, la verdad es que estábamos los dos juntos, sólo nos dedicamos una mirada para comprender que queríamos hacer pareja con el otro.

Y así nos quedamos.

Primero fueron unas preguntas para mí y los demás chicos, supongo que querían unir nuestras relaciones en la preparatoria.

Es absurdo.

Y ahora, con Naruto y los demás compañeros comenzaban las pruebas físicas.

Primero, con la típica de "caigo y me atrapas".

- Vamos Naruto, tu turno de lanzarte - Dijo el maestro mientras observaba a mi rubio.

- S-si... -

Sabía que estaba dudando todavía, pero no lo culoaria sinceramente, aunque, es más probable que yo lo atrape a él que viceversa.

Y después de unos segundos, comenzó a caer lentamente.

Claro que no lo dejaría caer, y casi al instante de que caía lo sujeté con fuerza.

Si lo cargamos de este modo es liviano.

Le sonreí mientras decía.

- Mientras yo esté aquí tú nunca caerás -

Al parecer se lo tomó muy enserio, pues ahora, lo tomaba de a juego, y cuando me descuidaba corría a un escalón y me gritaba de lejos.

- ¡Sasuke! -

Con una amplia sonrisa, pero una sonrisa malévola.

Y yo, como el buen amigo que soy corría hasta él, aunque luego cayera encima de mí con fuerza él sonreía y se divertía, para mi eso era más que suficiente.

Hubieron más pruebas, pero con Naruto las pasamos sin problemas, supongo que después de ese día nuestra relación se fortaleció.

Incluso extrañaba nuestros muy cariñosos apodos.

- ¡Sasuke Teme yo no quiero tomate! -

- ¡Debes de comer tomate! ¡La alimentación no es solo el ramen Dobe! - Decíamos mientras corríamos alrededor de la sala en casa de Naruto.

Ya que íbamos a pasar la tarde ahí, se suponía que hablaríamos pero, terminé intentando darle de comer vegetales.

Y se negaba, justo como ahora.

Era tan infantil y a veces muy tonto.

Pero eso es de las cosas que más amo de él.

Realmente comienzo a enamorarme más.

Cómo sanar el Corazón de un DobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora