Sellado

Capítulo 10 ｢Segunda parte｣ - Confesión

—Sasuke —llamó Sakura, aunque fuera inútil en ese momento.

Orochimaru no les había querido decir nada más, de modo que solo podían hacer lo que pedía en ese momento: dormir a Sasuke.

La pelirrosa se había ofrecido para administrarle ella misma un sedante, de modo que había ido hasta su celda acompañada de un anbu que la guiaba a través del genjutsu, mientras los adultos se quedaban con el albino a esperar.

—¿Sakura? —debido a que no había necesidad de una conversación con el azabache, no le habían permitido habilitar ninguno de sus sentidos, y menos sin el Hokage presente, sin embargo, había dejado sentir su chakra desde el momento en el que entró.

A modo de respuesta, agarró su mano y dio un ligero apretón.

—¿Qué ocurre? —esta vez, Sasuke solo sintió un pinchazo en el brazo— Tch —momentos después, notó que se empezaba a marear y tenía sueño—. Es... ¿es para matarme?

A Sakura se le encogió el corazón. El otro creía que lo iban a matar... y ella no tenía forma de explicarle la situación. De modo que, tratando de que comprendiera, apretó su mano dos veces en esa ocasión.

—Entiendo... pero tampoco pasaba nada... habría ido con él... —fue lo último que dijo antes de caer rendido.

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—Kakashi, ¿exactamente cuál fue el intervalo de tiempo entre ambos sueños? —Orochimaru preguntó.

—Sasuke pasó dos semanas inconsciente desde el Incidente y cuando despertó fue cuando dijo haber visto a Naruto. Desde eso hasta que me comunicaron el segundo sueño, esta mañana a las once y media, pueden haber pasado unas... dieciocho horas más o menos.

—¿Y qué hora es ahora?

—Cerca de las cinco seguramente —sí, así de horribles habían sido los trámites para hacer que Sakura y Tsunade entraran a la celda de Orochimaru en la cárcel de alta seguridad. Incluso siendo él, el Hokage, quien las acompañaba.

—Ya veo... —bajó la mirada pensativo y Tsunade lo miró mal.

—¿Nos quieres decir de una vez qué es lo que piensas?

—No hasta que confirme una cosa, es... demasiado complicado —levantó la vista y miró a Kakashi—. Ahora sí que necesito ver a Sasuke-kun.

—No.

—No era una pregunta, si no lo puedo ver, olvidaos de que os ayude.

—¿Qué es lo que necesitas confirmar? —preguntó exasperado el peliplateado.

—Quiero ver la reacción de Sasuke-kun nada más despertar.

—No tendrá mucha, tiene el sello de restricción de movilidad.

—Pues quítaselo —dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

—No puedo.

—Pero si fuiste tú mismo el que dijo que podía ponerme uno con tu "poder de Hokage", ¿acaso eran solo habladurías? —Kakashi apretó la mandíbula bajo su máscara.

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Sasuke despertó algo más mareado de lo habitual en ese lugar tan brillante.

Se incorporó y se sobó la frente, casi parecía como si estuviera teniendo una resaca. Miró a ambos lados y a lo lejos divisó a la persona que más quería paseando con las manos detrás de la cabeza. Instantáneamente su humor mejoró.

—¡Naruto! —llamó bastante fuerte para que lo oyera, seguía algo mareado y sinceramente prefería que el otro se acercara para no tener que "caminar" en un sitio sin suelo.