Capítulo 8

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Pasaron tres semanas de lo sucedido, busqué un trabajo para que los vecinos no sospecharan o comenzaran las habladurías. Gracias a Gastón y Mía, me dieron trabajo en un bar, el horario es desde las nueve de la noche que abren, hasta las dos que cierran y los fin de semana más tarde.
Gastón me busca a la salida, regresamos conversamos de como estuvo el día. Aunque el bar queda a diez minutos de mi casa, tardamos media hora para llegar ya que nos desviamos, para dar un paseo. Disfruto mucho de su compañía. En tan poco tiempo se ha convertido en un gran amigo, con él puedo hablar de cualquier cosa al igual que con Mía. En estas últimas semanas he compartido muchos momentos muy gratos con ellos y mi sobrino, el niño es igual a Diego simpático pero se carga un genio que Dios nos libre.
Intentamos retomar nuestros planes, al otro día de la detención del Cobra, pero se nos hizo imposible porque estaban todos en alerta así que decidimos dejar pasar un tiempo hasta que se calmara las cosas, no dejamos de vigilar en el auto desde una distancia prudencial.
Estas semanas me fui acostumbrando a mi nueva vida, no tengo mucho tiempo para pensar en todo lo que me ha pasado en tan poco tiempo ya que durante el día vigilamos a los trapitos un rato en la mañana y un rato en la tarde, el resto del día, Gastón trabaja en el taller y yo le ayudo con los papeles y todo ese tema, en la noche trabajo en el bar, cuando llego a casa me baño y voy directamente a dormir.
Hoy me desperté muy mal, no duermo bien ya que me despierto por las pesadillas, aunque todos los días son difíciles hoy es peor, hoy sería el cumpleaños de Juan y eso me tiene de muy mal humor y muy triste una pésima combinación. No puedo ir a dejarle flores en la tumba y eso me pone peor aún. Antes de levantarme, puse la canción de David Bisbal.

"Esta ausencia me grita
Que se acaba la vida
Porque no volverás, volverás.
Ya lo ves, tu partida no condujo a nada
Porque nada hace el tiempo a la sombra de mi soledad
Ya lo ves, derrotado y sin hallar la calma
Que daría por verte y olvidarlo todo"

Sin dejar escuchar esa canción, y las lágrimas no dejaban de caer por la mejilla, me levanté y me puse ropa de deporte, es cerca del mediodía como no tengo hambre me fui a la cocina a preparar un sándwich. Sonó el timbre, abro la puerta, es Mía.
-¿Estás bien? -Preguntó preocupada.
-Si. -Mentí.
-¿Por qué estas llorando? ¿Quieres hablar?
-Solo te puedo decir que perdí alguien muy importante hace poco y no puedo resignarme, solo espero que el tiempo lo cure todo, como dice el dicho.
-Seguro que sí. -Dijo dándome un abrazo que tanto necesito en estos momentos. Cambiando de tema me pregunta. -¿Ya almorzaste?
-Estoy preparando algo para comer. -Dije mientras me dirigía a la cocina, seguida por ella. -¿Quieres algo de tomar?
-No gracias, vengo a invitarte a almorzar, y no quiero un no como respuesta. -Guardó lo que estaba preparando en la heladera. Me tomó del brazo llegamos hasta la mesa que está al lado de la puerta principal me entrego todo lo que está sobre la misma y nos fuimos a su casa.
Al entrar el aroma a comida elaborada, es delicioso. En el comedor está lista la mesa y Gastón e Ian están sentados. Al vernos se levantó, se acercó a saludarme luego Mía me dijo que me sentara.
Almorzamos lasaña y de postre helado, entre risas, bromas, pasé un momento muy agradable. Me siento en familia, ahora entiendo a Diego cuando desaparecía semanas, si es estar en la gloria.
Mientras Mía y yo recogimos la mesa y lavamos los platos, Gastón llevó a Ian a que durmiera. Cuando lo logró, nosotras ya habíamos terminado de limpiar toda la cocina. Nos acomodamos los tres en los sillones del living para ver tele, Mía lo encendió y apareció una foto en la que salimos Diego y yo de algún evento social muy elegantes vestidos. Gastón le quitó el control y subió el volumen.
El periodista comenzó diciendo:

"El caso de los hermanos Bracho, el agente detenido meses atrás por TENER estupefacientes ilegales, y días después ocurrió el atentado que sufrió su hermana no deja de ser noticia.
El caso del agente Bracho dio un vuelco, informa fuentes oficiales que el caso no fue tratado por las vías legales como marca el procedo judicial, fue detenido sin permitirle el derecho a un abogado, visitas y trasladado a la cárcel de máxima seguridad sin realizar una investigación previa.
Por otra parte el caso del asesinato de la doctora Guadalupe Bracho, quien sufrió el atentado en el día de su boda, y días después se conociera la triste noticia de su fallecimiento, se conoce hoy datos que no murió por consecuencia de las heridas provocada por los disparos recibidos, sino que alguien se filtró a terapia intensiva y terminó con el encargo, a pesar de la vigilancia de la policía que tenía.
La información llegó a horas de la mañana a la redacción, nuestra fuente asegura que todo esto está relacionado con el poder, que alguien de la policía pudo hacer que se le negaran los derechos al Agente y que se habría liberado la zona para lograr el cometido con la joven en el hospital.
La pregunta es ¿Quién tiene el poder para burlar de esa manera el sistema de justicia? en el caso del agente. Y ¿Quién pudo burlar la seguridad para asesinar a la Doctora Bracho?"

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