Capítulo 24: Amor de verano

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Ya ha pasado la media hora y ha llegado el momento de volver a reunirnos en el salón principal.

"¡Okey, okey!" Haruno está siendo tan carismática como de costumbre, "¡Nos dividiremos! Todas las chicas vendrán conmigo a comprar las cosas mientras los chicos ayudan a Sensei a llevar las parrillas y todo lo demás a la playa, ¿entendido?"

"Me parece perfecto" comenta Hayama.

"Ya escucharon a la dama" Hiratsuka mueve su cabeza en mi dirección, "Vamos, tenemos mucho que llevar"

"Esta bieeen, sensei" gruñe Tobe.

Tan pronto las chicas se van, nosotros también empezamos a movernos, acarreando las cosas desde la casa a la parte trasera de la camioneta. Sensei no estaba bromeando cuando dijo que tenemos mucho que llevar. Veamos qué vamos a necesitar... Platos desechables, más de dos docenas de ellos y, por supuesto, también palillos desechables, palillos de madera, algunos tenedores y cucharas, un par de mesas plegables, algunos cuchillos, dos tablas de cortar y un montón de vasos de plástico. 

También necesitaremos dos neveras portátiles. Aunque me pregunto por qué íbamos a necesitar dos, en realidad me sorprende aún más el hecho de que tengamos dos. 

Y, por supuesto, con la nevera viene el hielo, y se necesita un poco de sudor para llevarlo. Todavía faltan algunas cosas, como toallas, paños de picnic, encendedores, algunas pinzas, bolsas de plástico y una gran bolsa de carbón. Y aún tenemos que ocuparnos de las cosas más importantes para una barbacoa, la parrilla en sí, o debería decir, parrillas. Hayama y su pandilla se encargan de las dos parrillas estadounidenses mientras yo llevo los dos Shichirins*.

Nota del traductor: Parrilla de barro que parece una olla.

Hiratsuka-sensei observa la parte trasera de la camioneta completamente repleta mientras sus ojos se mueven rápidamente hacia la hoja de papel en su mano.

"Hmm... parece que lo tenemos todo. Buen trabajo chicos"

"Al fin..." suspira Tobe.

Reviso mi teléfono. Parece que nuestra pequeña preparación tomó no menos de media hora.

"Bueno, es hora de irnos. Asegúrense de no olvidar sus cosas personales" dice.

"Está bien, sensei" se burla Tobe, "Este lugar esta como a cinco minutos caminando. Si me olvido de algo, volveré corriendo a buscarlo"

"Suena como algo que harías" se lamenta ella.

Y con eso, todos nos subimos al coche y pisamos el acelerador.

"Por cierto, me pregunto quién va a cocinar" comenta Tobe.

"Cualquiera puede intentarlo. Si quieres cocinar, simplemente da un paso al frente" dice Sensei, "Aunque te haré saber, que puedo asar algunos bistecs bastante buenos"

"¿Sabes de parrilladas, sensei?" le pregunto.

"Huh, pareces bastante dudoso, Hikigaya"

"No, en absoluto. Ya he probado tu comida antes" murmuro, "Es buena"

"Eso no sonó muy sincero, ¿eh? Solo espera, Hikigaya, te dejaré boquiabierto"

Alternativamente, una nueva bandera se levanta (EN REVISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora