Nia concluyó que esta había sido la noche más desesperada de su vida. Pasó la mayor parte entre los árboles, esperando una señal que nunca llegó. Cuando se dio cuenta de la impaciencia de sus guerreros, decidió prescindir del ataque. Nadie más que Clarke sabía sobre el plan, y el hecho de que su comandante no hubiera continuado el ataque sin razón aparente comenzó a convertirse en el tema de conversación entre los Terrestres.
La mujer estaba sentada dentro de su tienda abrazando su cuerpo. La desesperación era inevitable, ¿dónde diablos estaba Clarke? Se cuestionó una y otra vez mientras escuchaba el alboroto afuera. Llegó a la conclusión de que la niña falló en su misión y fue capturada por Lexa, quien la interrogó, amablemente, sobre la guerra. O simplemente estaba muerta. Ambas opciones eran preocupantes para la mujer. La muerte de Clarke vendría con la derrota, habría roto en vano su alianza con todos los clanes. ¿Qué sería de tu gente ahora? Nia no podía pensar en nada más. Algunos de sus escuderos más cercanos entraron sin previo aviso y la mujer los miró. Ella ya sabía que se avecinaban problemas y no le quedaba más que admitir su cobarde plan.
(Toda la conversación se realiza en el idioma nativo de los terrestres: trigedasleng)
- Heda. - Dijo Kronk, uno de los guerreros más antiguos que tenía en su grupo. Fue completamente confiable.
- Kronk. - Asintió con la mirada. - ¿Qué es?
- Queremos respuestas. El ataque parecía viable anoche, ¿por qué no continuó? - Dijo el sospechoso. Nia tuvo que respirar profundamente antes de continuar. Se levantó para mantener allí su dignidad y posición social.
- Había una parte del plan que no conoces. - Alrededor de siete guerreros estaban dentro de la tienda y comenzó la ráfaga de comentarios. - ¡Silencio! - ordenó Nia. - Te lo explicaré todo, ten paciencia. Mantuve esto en privado por si acaso. Confío en todos ustedes, pero si de alguna manera llegara a los oídos de Lexa, todo estaría perdido. - La mujer caminó hacia la entrada del lugar, la seguían las voraces búsquedas de respuestas. Se colocó allí para huir en cualquier momento, en caso de que algo saliera mal. Ya se sentía mareada con tanta presión psicológica. - Conocen a mi amante, ¿verdad? - Todos asintieron. - De hecho, ella estuvo aquí todo el tiempo para ayudarme. Mientras estaban en el bosque esperando mi señal, yo esperaba la de ella. Ella era quien iniciaría el plan.
- ¿Qué plan? ¿¡Dejó el destino de una guerra en manos de una niña pequeña!? - Gritaron en defensa. En ese segundo, Nia se dio cuenta de que había perdido toda la admiración de sus guerreros. Si no hubiera sido por ocultar su plan, habría sido por haberlo depositado todo en Clarke. Los comentarios, gritos y preguntas continuaron en el aire. La mujer bajó la cabeza, como si le doliera, se sentía mareada. Las quejas eran una mezcla de decepción por dejar que cualquier chica se hiciera cargo de la guerra, solo por tener acceso a la mitad de sus piernas, con la decepción de que era incapaz de gobernar. A pesar de todo, Nia gritó:
- ESA CHICA NO ES SOLO UNA AMANTE. ¡POR DIOS, ELLA ES WANHEDA! - Y hubo silencio. Los ojos saltones se cernieron frente a ella. Todos estaban consternados por no haberse dado cuenta de que estaban lidiando con el comandante de la muerte todo el tiempo. Y de repente, Nia sintió una presencia detrás de ella y se dio la vuelta.
Clarke se sorprendió cuando vio que la mujer había revelado su identidad. Supuso que estaba en problemas. Ser wanheda era de hecho algo de lo que preocuparse, no sabía lo que la gente quería hacer cuando la encontraban. Siempre pensó que Lexa quería matarla, pero no parecía estar a la altura. Se sintió asustada y miró a Nia, que la miraba como si fuera un espejismo. De hecho, pensó que estaba muerta.
- ¡Wanheda! Wanheda! - Las voces resonaron en el lugar mientras todos se inclinaban ante ella. No creyó lo que vio. Clarke sonrió, era reconfortante ver que alguien admiraba lo que hacía, ya que no podía hacerlo ella misma. Pero su sonrisa se perdió cuando se dio cuenta de que Nia la estaba mirando, su rostro impasible.
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The Wanheda | Traducción | Clexa
FanfictionLexa se sobresaltó por una sombra en la entrada de la tienda y se volvió bruscamente hacia ella. Sacó su daga y señaló a la figura que tenía delante. Se sorprendió al encontrar una silueta femenina. Se quedó paralizada mientras la otra se acercaba l...