Capítulo 15 : Will you ever forgive me

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Clarke y Lexa dormían abrazadas en la cama. A diferencia de la otra noche que pasaron juntas, esta vez Lexa durmió profundamente. Saber que Clarke le respondió de alguna manera le trajo paz y sabiduría para afrontar el día por venir. Abrió los ojos, pero permaneció acostada, acariciando el cabello rubio de la otra. Un rayo de luz brilló a través de la ventana, indicándole que era de mañana y que necesitaba levantarse. Mañana todo habría terminado y tal vez ella y Clarke pudieran tener una oportunidad. Se apartó suavemente para no despertarla y se levantó. Se quitó la ropa deportiva y entró al baño, se dio una ducha rápida y se vistió. Se estaba secando el pelo cuando vio a Clarke sonriéndole, todavía acostada en la cama. Su rostro arrugado la hacía aún más adorable.

- Buenos días.

- Buenos días, Clarke.

- ¿Te he dicho cuánto me encanta oírte decir mi nombre?

Lexa era todo sonrisas. Se acercó y depositó un beso en los labios de su amada, quien la tiró del cabello, haciéndola volverse hacia la cama.

- Clarke ...

La chica se rio y empezó a intentar arrancarle la ropa. Lexa luchó por mantenerse vestida.

- Me acabo de vestir, tengo que entrenar.

- Indra puede esperar unos minutos más, ¿no crees?

La morena estaba a punto de ceder cuando alguien llamó a la puerta. Clarke puso los ojos en blanco de manera espectacular.

- ¿Quién es? - Gritó irritada.

- ¿Wanheda?

Indra pareció perpleja al escuchar la voz de Clarke proveniente del dormitorio de su Heda. Desaprobaba más que nunca el tipo de distracción que le causaba a Lexa. La comandante no respondió, simplemente se enderezó y abrió la puerta. Los ojos de la mujer se agrandaron al ver a Clarke todavía desnuda envuelta en las sábanas, mirándola.

- ¿Sucedió algo? -Lexa se aclaró la garganta antes de hablar, tratando de llamar la atención de la mayor. Ella enderezó su postura antes de responder.

- Tu entrenamiento, Heda.

- Estaré abajo en cinco minutos, espérame. Puedes retirarte.

La otra asintió con la cabeza antes de irse. Lexa cerró la puerta y se dirigió al tocador, cogiendo un cepillo para desenredarse el pelo. Clarke la miró con atención, podían verse detrás del espejo.

- Deberías verme entrenar hoy.

- No, no debería.

La rubia fue directa y Lexa entrecerró los ojos antes de volverse en su dirección.

- ¿Porque?

- Lexa, te voy a distraer. ¡No podemos perder el tiempo! Tienes que trabajar duro si quieres ganar esta pelea mañana.

Se veía demacrada y su voz mostraba lo preocupada que estaba, tal vez incluso más que el día anterior. Estaba claro que las dos compartieron por primera vez el deseo de tener un futuro juntas, aunque no todo estaba resuelto. Su amor era lo suficientemente fuerte como para superar sus problemas y ambas estaban dispuestas a hacer el esfuerzo para hacerlo. Lexa estaba más dedicada que nunca a ganar esta batalla, no podía aceptar dejar a Clarke en las manos de Nia si perdía. La mera imagen le retorció el estómago. Se deshizo del cepillo y se sentó frente a ella, que estaba abrazando sus piernas, mirando por la ventana. Lexa le dio una palmada en la rodilla y le dedicó la sonrisa más reconfortante que pudo encontrar.

- Oye ... estaré bien. Confía en mí.

- Por supuesto que lo harás.

Sonrió sin vida, pensó que era mejor no compartir sus pensamientos deprimentes con Lexa, eso no haría nada por su desarrollo en el entrenamiento. Solo necesitaba mantenerse positiva. La morena acercó sus labios a los de ella, un beso tan pacífico que hizo que Clarke volviera al primero. No hubo urgencia porque esta vez Lexa no tenía ninguna duda de que la volvería a besar.

The Wanheda | Traducción | ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora