The Wanheda | Traducción | Clexa

Capítulo 5 : May We Meet Again (Completo)

Cuando Clarke se despertó por la mañana se sintió mareada por el vino de anoche. Observó a Nia con un rostro pacífico, durmiendo completamente inmersa en sus sueños. No sabía muy bien qué decir cuando la otra se despertará o qué reacción tendría. Su conexión era especial, tenía que admitirlo, pero no tenía idea de si esos sentimientos se debían al vino o a la increíble habilidad de los dedos de la mujer que tanto la adormecían, más que a la bebida. Ella suspiró, Nia ciertamente tenía más experiencia en este asunto que ella. Llegó a la conclusión de que este debate interno no serviría de nada porque había cosas mucho más importantes de las que ocuparse en este momento.

Se levantó de la cama y tocó su propio cuerpo desnudo. Había esperado tanto ese día y lo haría épico, alejando todas sus vulnerabilidades. Decidió darse un largo baño en el arroyo esa mañana y esta vez no se tiñó el pelo. Ese día, no quería que le reconocieran como Wanheda o simplemente por la amante de Nia. Quería sentirse como ella misma "Clarke de la gente del cielo, que fue engañada por la verdadera comandante de la muerte". Y cuando miró a Lexa a los ojos antes de empujar su daga, quería que la otra supiera todas las razones en una sola mirada, que sintiera todo su dolor, y que no hubiera dudas sobre quién era ella, quería que la venganza fuera. completo.

Regresó a la tienda y notó que Nia todavía estaba durmiendo. Era extraño porque la mujer siempre se despertaba muy temprano, pero entendía que debía estar muy cansada desde la noche anterior. Ella misma sabía que dormiría más si el dolor de cabeza y la ansiedad no la detenían. Abrió una de las maletas de la mayor y miró detenidamente toda su ropa, hasta que eligió una. Durante mucho tiempo había observado la forma en que se vestían los guerreros terrestres cuando se enfrentaban a la guerra y decidió imitar. Se trenzó el pelo lo más que pudo y se frotó los ojos con barro.

- ¡Guau! - llegó la voz de Nia y Clarke se dio la vuelta. La mujer tenía una sonrisa tonta en los labios y la niña casi se sintió culpable. Quizás esa noche fue más importante para la otra que para ella misma. - Veo que has hecho todo el trabajo.

- Me estoy preparando para el camino de la muerte, después de todo, estoy a cargo. ¿Verdad?

Se rió de su propia broma y se maravilló de que finalmente pudiera ver algo de humor en el apodo cruel que le habían dado. Volvió a trenzar su cabello, había partes que no pudo conseguir trenzar antes, y Nia se puso de pie.

- Déjame ayudarte con eso. Sé que parecemos ser completamente independientes y fuertes con nuestra ropa de batalla, pero la verdad es que nadie puede prepararse el cabello solo.

Ambas rieron. Una risa cómoda y la mujer se sentó detrás de ella, alisándole el cabello. Clarke miró al vacío, muchas cosas pasaron por su mente. -Sé que estás preocupada, pero no deberías estarlo. Toda guerra es incómoda. - Clarke se rio sin humor.

- Incómoda. Esa es una palabra interesante para aplicar aquí. -Nia tomó su hombro y le dio un beso allí. Clarke se estremeció ante el toque inesperado.

- Cuando mires a los ojos de tu enemigo, no lo dudes. Si lo haces, te rendirás. Ambas sabemos que no eres un asesina a sangre fría, Clarke. La supervivencia te obligó a tomar todas esas decisiones ...

- Lexa me obligó a tomar todas estas decisiones. Desde el anillo de fuego hasta Mount Weather.

Clarke declaró con voz exasperada. Nia suspiró, se dio cuenta de que estaba tocando una herida muy profunda y tal vez era mejor callarse. Lo último que necesitaba ahora era una razón para que Clarke renunciara a su misión. Pero ella se preocupaba por ella y sabía bien que de alguna manera la estaba usando. Matar a Lexa nunca acabaría con su miseria. La niña necesitaba perdonarse a sí misma.

- Si, lo sé. Espero que su muerte te traiga la paz que tanto anhelas.

Y, de hecho, lo quería. Por mucho que no creyera en sus propias palabras. Clarke se puso de pie abruptamente, su humor se alteró y su rostro se arrugó.