Salinas intentó abrir los ojos. Sentía los párpados pegajosos y la boca pastosa, la nuca le punzaba con dolor y los gritos que se escuchaban a la par del aroma intenso que inundaba su despacho le causó una reacción de ansiedad profunda. Su primera reacción fue buscar a Toni, pero no lo encontró. En lugar de ver a su pareja, ubicó, varios pasos más allá, a su secretaria luciendo nerviosa sobre un sillón individual, apretando un cojín entre sus brazos.
—¿Lina? ¿Qué pasa? —su voz era pesada y ligeramente balbuceante.
—C-Carlo está enojado —fue su escueta respuesta.
Algunas veces era fácil olvidarse que Carlo era un Alfa de alta categoría que cuando se molestaba, era capaz de segregar hormonas incapacitantes para cierto tipo de Omegas.
Lina tomó una bocanada de aire. No hacía falta que el Gambino estuviese molesto con ella, porque no lo estaba, pero el mero hecho de sentir su olor la dejaba de esa forma. Esbozó una sonrisa como pudo y se acercó con pasos torpes a la cama donde su jefe estaba postrado.
—¿Se siente bien? ¿Ya no le duele nada?
—Estoy bien... ¿Qué tiene Carlo? —quiso saber Raúl, irguiéndose para cambiar su posición de acostado a sentado, con la cabeza apoyada sobre la cabecera de su cama. Más o menos recordaba los asuntos previos—. ¿Y Toni?
La secretaria se mordió el labio. Ella no quería ver a su jefe mal por el fácilmente malentender que podría ocasionar la mentirita de Toni Gambino... Pero, por otro lado, debía seguir sus órdenes y, poniéndose en su lugar, quizás Salinas sí que merecía un castigo pequeño.
—El señor Toni se fue molesto del despacho —comenzó, llamando la atención del Alfa—, nadie sabe dónde está.
—¿Por qué estaba molesto?
—Porque encontró esta acta firmada —contestó. Ya era muy tarde para echarse para atrás— se veía bastante mal, se fue dejando nada más que esta nota y dijo que regresaría en tres días.
Bueno, eso no era una mentira, ¿no?
Raúl tanteó el buró en busca de sus gafas. Se las colocó y acercó el documento que la Omega le extendía. Con un solo vistazo por encima al logo y los sellos, supo, o al menos se hizo una idea, de que, lo que significaban, pudo haber generado en Toni. Se puso de pie de un salto, con las manos temblando cual adicto con síndrome de abstinencia.
—Pero... ¡Pero no es-!
—Lo sé, pero no pude explicárselo. Lo siento —la cara abatida de Raúl le dolió en el pecho—, pero volverá en tres días —repitió, por quién sabe cuál vez.
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Nascondilo [Raúl Salinas x Toni Gambino]
Fiksi Penggemar[Roni Omegaverse +18] Toni Gambino es el único Omega de su familia mafiosa, y el jefe heredero. Está harto de que Carlo y la Mamma siempre lo estén celando, así que decide iniciar un amoría secreto con el abogado de la familia. Simultáneamente, una...